AJUSTES EN ALEMANIA

Crece el rechazo al plan de ahorro de Merkel

Sindicatos y fuerzas políticas, incluida la CDU, se oponen a las medidas del Gobierno, que dejará en la calle a 15.000 funcionarios. Lamentan que no afecten a los más pudientes.

Merkel sonríe al dar la mano al robot 'Justin' durante la Feria Aeronáutica de Berlín, ayer.
Crece el rechazo al plan de ahorro de Merkel
JOHANNES EISELE/AFP

El paquete de ahorro mediante el cual la coalición alemana de gobierno, encabezada por Angela Merkel, busca ahorrar 80.000 millones de euros hasta 2014 encuentra fuertes resistencias en sindicatos, partidos de oposición e incluso entre las filas de la Democracia Cristiana (CDU), partido de la mandataria.


El ala social de la CDU criticó ayer el programa por "desequilibrado", al tiempo que solicitó correcciones.


"Los que se llevan la peor parte son los grupos que no tienen 'lobby' (en el Gobierno) y que menos pueden defenderse", dijo el vicejefe parlamentario de la comisión social de la CDU, Christian Bäumler. Este se quejó de que el Ejecutivo haya dejado a salvo de las medidas a los más pudientes y al sector financiero. La culpa de ello, agregó, "la tiene el Partido Liberal (FDP)", que integra como socio minoritario la coalición de gobierno junto con la CDU.


Por su parte, el presidente del grupo de empresarios de la fracción parlamentaria de la CDU, Peter Weiss, se pronunció por elevar los impuestos al sector de mayores ingresos. Eso permitiría equilibrar el paquete de ahorro, aseguró.


El poderoso sindicato metalúrgico del país, IG Metall, anunció en Fráncfort que planea movilizaciones contra los "injustos planes de ahorro" del Gobierno. El programa "lesiona hondamente el sentido de justicia", señaló el presidente de IG Metall, Berthold Huber.


Sin exigir responsabilidades


Los Gobiernos permitieron primero "la timba despiadada de los mercados financieros" y ahora no están dispuestos a hacerlos responsables de los costos. El sindicato reclama por eso mayor participación del sector financiero y de los grupos más acomodados en el ahorro. Huber exigió un impuesto a las transacciones financieras, un impuesto a las grandes fortunas y mayores gravámenes para los altos ingresos.


Mientras, el presidente de la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), Michael Sommer, se pronunció en el mismo sentido. "La lucha social empezó ayer (por el lunes)", dijo.


Los partidos de oposición anunciaron por su lado que resistirán los planes de ahorro.


El Partido Socialdemócrata (SPD) calificó el paquete de "extremadamente cobarde, porque protege a los causantes de la crisis y exprime a los necesitados", según palabras de la secretaria general de la agrupación, Andrea Nahles.


El líder de Los Verdes, Cem Özdemir, anunció que hará lo que esté a su alcance para frenar el paquete de ahorro. "Allí donde se requiera la acción de la Cámara Alta, pondremos todo en movimiento para que el Gobierno no consiga la mayoría", dijo a la emisora de televisión n-tv.


El programa recibió en cambio apoyo de la Cámara Alemana de Comercio e Industria (DIHK). "Es correcto que el Gobierno no deje fuera de las medidas al trabajo y gasto público" señaló el presidente de dicha cámara, Hans Heinrich Driftmann.


El controvertido programa prevé una serie de recortes en las ayudas a quienes viven del desempleo y la eliminación de 15.000 empleos públicos, además de una serie de gravámenes a sectores de la economía como energía o aeronavegación.