CONDENADO A 45 AÑOS EN EE.UU.

Confesiones de un 'narco'

"Mi esperanza es que mi decisión de declararme culpable y aceptar mi castigo traerá algún medio de paz a las víctimas de mis actos y a sus familias" dijo 'Don Diego' en su cofesión, antes de que le condenaran a 45 años de cárcel por tres delitos vinculados al narcotráfico.

El narcotraficante colombiano Diego Montoya, 'Don Diego', presunto jefe del cartel del Norte del Valle, fue condenado a 45 años de cárcel por tres delitos vinculados al narcotráfico.


Montoya admitió el pasado mes de agosto su culpa en dos de los cargos presentados por la fiscalía en Miami de tráfico de cocaína y obstrucción a la justicia, y de otro cargo sobre crimen organizado presentado en un caso diferente en un tribunal de Washington.


El abogado defensor de 'Don Diego', Bill Clay, leyó una carta de arrepentimiento de Montoya en la que pidió disculpas a las víctimas de sus operaciones de narcotráfico.


Clay dijo que Montoya, que se presentó en la vista judicial con un traje de color beige y encadenado, había abierto con humildad su corazón y que deseaba enviar un mensaje positivo a los jóvenes de Colombia y Estados Unidos.


"Yo he reflexionado sobre estos actos y he concluido que nada que yo haga jamás repararía el gran daño que he causado, mi esperanza es que mi decisión de declararme culpable y aceptar mi castigo traerá algún medio de paz a las víctimas de mis actos y a sus familias", señala Montoya en la carta leída por su abogado.


'Don Diego' agrega que cuando tenía 14 años murió su padre y que le a obligó a ejercer como el cabeza de familia.


"De ahí en adelante, mi vida cambió dramáticamente y comencé a tomar decisiones equivocadas y a seguir caminos errados, tratando de defenderme y a mi familia de la guerrilla", señala la carta.


"Las víctimas no son solamente los muertos; las familias, particularmente los hijos, quedan como víctimas vivientes enfrentando un mundo cruel y cínico, lleno de hombres maliciosos", añade.


"Es mi sincera esperanza -prosigue- poder darle alivio a las familias de las víctimas por medio de tomar pasos afirmativos hacia la reconciliación y poder darles alguna conclusión a sus pesadillas. Yo sé que estos pasos nunca pagarán por el mal que se hizo y por eso estoy extremadamente arrepentido".


"Hoy es mi esperanza que la juventud de este país, igual que la de mi amada Colombia, aprendan de mis malas decisiones y no repitan mi gran error, sean fuertes, resistan las tentaciones, vivan vidas de paz y de propósito con sus familias, basadas en principios honrados, trabajo honesto y legitimo, y vivan con la fe y paz que nuestro Dios les dará", indica la carta.


La juez de Miami Cecilia Altonaga impuso a 'Don Diego' una pena de 45 años de cárcel según el acuerdo alcanzado con la fiscalía de Estados Unidos que acordó desestimar otros 14 cargos que pesaban sobre el narcotraficante.


'Don Diego' tendrá que pagar también una indemnización de 500.000 dólares a los familiares del testigo federal Jairo García, que fue secuestrado, torturado y asesinado por la organización del cartel del Norte del Valle.


La juez reconoció que Montoya "estaba pasando por una transición espiritual" de arrepentimiento.


El abogado Clay indicó al final de la vista que con la sentencia "hay razones de esperanza" para que Montoya se vea beneficiado en el futuro con una reducción de la pena.


"Don Diego" era considerado el jefe del cartel del Norte del Valle, que logró superar en poderío al de Cali, en la misma región del suroeste colombiano, según las autoridades colombianas.


Montoya estuvo en la lista de los diez prófugos de la justicia más buscados del mundo y se llegó a ofrecer por él una recompensa de cinco millones de dólares.


Un hermano de "Don Diego", Eugenio Montoya, logró un acuerdo con la Fiscalía Federal de Estados Unidos y se declaró culpable en enero pasado de conspiración en tráfico de drogas y obstrucción a la justicia.


En 2005 otro hermano de Eugenio y Diego, Juan Carlos, y su primo Carlos Felipe Toro Sánchez fueron extraditados a Estados Unidos para afrontar cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero.


Ambos se declararon culpables de conspirar para introducir cocaína al país.


Juan Carlos Montoya fue sentenciado a 21 años de cárcel, y Toro a 19 años.