La sala especial de crimen organizado del Tribunal de Belgrado dictó la sentencia a Kertes porque desvió el dinero con destino a Chipre y perjudicó así el presupuesto estatal en más de 120 millones de marcos alemanes (más de 60 millones de euros).

Ese dinero fue depositado en las cuentas de un banco serbio y en empresas, y fue usado, entre otros, para la financiación del partido liderado por Milosevic y de algunas compañías.

Por ese delito, Kertes recibió la pena de seis años y ocho meses de cárcel, pero el juzgado belgradense sumó a ésta también una anterior, de un año y medio, por su ayuda a los autores del asesinato de cuatro opositores a Milosevic en 1999, y dictó la condena única de ocho años.

El Tribunal de Belgrado no ha encontrado pruebas de que Milosevic hubiera organizado un grupo criminal para el desvío de fondos pertenecientes a la Aduana de 1994 a 2000, como aseguraba la fiscalía, y de la que formaban parte, según la acusación, también otros altos cargos del país, además de Kertes.

Milosevic perdió el poder en otoño de 2000 ante las fuerzas reformistas, después de una décadas de gobierno autoritario.