VENEZUELA

China guarda distancias ideológicas con Chávez

El presidente Hugo Chávez quiso aprovechar su quinta visita a China para ganar un aliado a su causa anticapitalista pero salió ligeramente trasquilado porque el gobierno chino guardó distancias.


Sin embargo, logró el principal objetivo de la visita: la firma de millonarios acuerdos comerciales, fundamentalmente en el sector petrolero, y negociaba la compra de aviones militares chinos. A su llegada al gigante asiático, el líder chavista dejó de lado su proletaria camisa roja para enfundarse en un traje ejecutivo y afirmar que "es más importante estar en Pekín que en Nueva York'', donde se reúne en estos día la Asamblea General de la ONU.


Después se desvivió en elogios a sus anfitriones por tener "coraje y visión de mantener en alto el único camino que salvará a la humanidad: el socialismo". Y arrimó el ascua a su sardina: "Ante los huracanes energéticos, financieros, ante la quiebra del capitalismo global, menos mal que en China hubo y hay una revolución, menos mal que en Venezuela hubo y hay una revolución".


La respuesta de la cancillería china fue muy fría. Su portavoz, Jiang Yu, expresó que ambas naciones "mantienen relaciones normales de Estado a Estado. No están basadas en la ideología, no están dirigidas contra una tercera parte y no afectarán a otros países (Estados Unidos) Seguiremos desarrollando nuestras relaciones con Latinoamérica, incluida Venezuela".


De todas formas, con el viaje oficial de Chávez a China y después a Rusia, el mandatario vuelve a irritar a Estados Unidos, el principal destinatario del petróleo venezolano, y decirle que hay más clientes en el mundo. Además, tras la expulsión del embajador Patrick Duddy y del director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, la Casa Blanca podría cerrar la oficina de visas de Caracas por el temor de que aumenten los ataques de seguidores chavistas contra los 700 venezolanos que en promedio hacen colas diariamente para los visados.


Según datos oficiales chinos, en los primeros siete meses del año, Venezuela ha exportado a China 5,17 millones de toneladas de crudo (177.000 barriles diarios) que representa un 94 % con relación al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, Pekín acota que compra en Caracas solo el 4% de sus importaciones de crudo.


De todas formas, tras los contratos firmados ante Chávez y su anfitrión, el presidente Hu Jintao y altas personalidades de ambos países, las importaciones para el 2009 serán de 500.000 barriles diarios y para el 2012 serán de un millón.


Chávez confirmó que estaban "negociando aquí" la compra de aviones "de entrenamiento y de reconocimiento", que "nos hacen mucha falta" -quieren 24 aviones K8-. Así mismo, explicó que planean construir "tres refinerías para traer nuestro petróleo, que es pesado, y procesarlo aquí en China", y "una flota petrolera conjunta chino-venezolana". Además, rubricarán acuerdos de cooperación en áreas de "justicia, deportes, supervisión e inspección de calidad".