CONFLICTO

Calma tensa al sur de la frontera del Líbano

Las fuerzas de la ONU mantienen el estado de alerta en la zona, manteniendo las posiciones. El recuento de víctimas en el lado libanés asciende a tres muertos y catorce heridos y un muerto y un herido por el israelí.

Dos soldados libaneses comprueban el estado del puesto fronterizo
Calma tensa al sur del Líbano
HASSAN BAHSOU. EFE

La tranquilidad regresó al sur del Líbano, donde el Ejército libanés y las fuerzas de la ONU (FINUL) se mantienen alerta después de que ayer se produjeran los peores enfrentamientos entre los militares libaneses e israelíes desde la guerra de 2006 con cuatro muertos y quince heridos.


El Ejército libanés y la FINUL se mantienen en sus posiciones en dicha zona, mientras que un equipo de investigación de la fuerza internacional es esperado en Adeise, donde tuvieron lugar los choques, para comprobar sobre el terreno lo sucedido, explicaron fuentes militares locales y occidentales.


La situación alcanzó ayer un alto grado de tensión cuando soldados israelíes comenzaron a podar unos árboles al borde de una línea divisora marcada por la ONU hace diez años, un gesto que en poco tiempo estalló en un enfrentamiento armado entre las tropas fronterizas


Ambos ejércitos se acusaron mutuamente de lo ocurrido, que causó del lado israelí un oficial muerto y un herido de gravedad, entre los militares, según fuentes de ese país.


La fuentes libanesas recordaron que el recuento final de víctimas en su territorio asciende a tres muertos, entre ellos dos militares y un periodista, y 14 heridos.


Los choques, los peores desde la guerra de 2006 que enfrentó a Israel y al grupo chií Hizbula, y que causó del lado libanés 1.200 muertos, la mayoría civiles, y 164 del lado israelí, en su mayor parte militares, hizo que la comunidad internacional se movilizara y llamara a la calma.


Anoche, el jefe del Hizbula, jeque Hasan Nasralá, afirmó que sus combatientes no intervinieron, pero advirtió que lo harán si Israel vuelve a atacar al Ejército libanés.


La tensión aumentó en el sur del Líbano después que Israel acusara a Hizbulá de continuar armándose en violación a la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra de 2006.