EE.UU.

Bush condena la "tiranía" del régimen birmano y pide libertades en China

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush hizo una visita oficial a Tailandia antes de viajar a China para asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos, reafirmó el apoyo de EE.UU. a la larga lucha que la disidencia birmana lleva a cabo con la finalidad de instaurar la democracia en su país. "Perseguimos el fin de la tiranía en Birmania", dijo Bush ante diplomáticos, funcionarios del Gobierno tailandés y destacados empresarios.


Al final de un discurso centrado en las relaciones de Estados Unidos con los países de Asia, el presidente Bush instó a China a mejorar la situación de los derechos humanos, sobre la que expresó "profunda preocupación".


"Estados Unidos cree que el pueblo de China se merece la libertad fundamental, que es un derecho natural de todos los seres humanos", dijo Bush horas antes emprender viaje hacia Pekín. Aunque elogió las reformas económicas del gigante asiático, Bush apuntó que sólo el respeto a los derechos humanos permitirá que a China desarrollarse plenamente.


"Estamos hablando de libertad de prensa, libertad de asamblea y de derechos laborales, no para suscitar el antagonismo con los líderes chinos, sino porque la única vía por la que China puede desarrollar todo su potencial es confiando mayor libertad a su gente", destacó el mandatario estadounidense.


Bush, criticado por algunos activistas pro derechos humanos por asistir a los Juegos de Pekín, apuntó además que EEUU "mantiene una firme oposición a las detenciones en China de disidentes políticos, activistas de los derechos humanos y de la libertad de culto".


No obstante, reconoció que se siente "optimista" ante el futuro de China y que el crecimiento económico impulsado por las reformas hechas por el régimen de Pekín han sido "buenas para el pueblo chino", como "bueno para el mundo" su "mayor poder adquisitivo".


"La gente joven que ha crecido con libertad para comerciar con libertad, pedirá, en última instancia, libertad para intercambiar ideas, especialmente en un internet sin restricciones", dijo.


Según el presidente estadounidense, un futuro exitoso y pacífico en el continente asiático depende de "una fuerte implicación de China y EEUU" por lo que el compromiso estadounidense en Asia "debe ser determinado y duradero".


En ese sentido, Bush elogió también el "rol y liderazgo" desempeñado por China en las negociaciones a seis bandas que se llevan a cabo para poner fin al programa de armas nucleares desarrollado por Corea del Norte.


En su intervención, el presidente reiteró el llamamiento de Estados Unidos a la Junta Militar presidida por el general Than Shwe, para que ponga en libertad a la líder del movimiento democrático y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y al resto de los presos políticos.


"Vamos a continuar trabajando hasta que la gente de Birmania tenga la libertad que merece", apuntó.


Suu Kyi, que permanece detenida desde junio de 2003, ganó al frente de la Liga Nacional por la Democracia (LND), las elecciones legislativas celebradas en 1990, cuyos resultados nunca han sido reconocidos por los generales que rigen Birmania desde 1962.


Naciones Unidas y Amnistía Internacional (AI) estiman que cerca de 2.000 birmanos están encarcelados por motivos políticos, algunos desde hace más de dos décadas.


Bush condenó la represión ejercida por la Junta Militar de Birmania, que tiene en China su principal soporte político y económico, un día antes del vigésimo aniversario del alzamiento popular que fue acallado a tiros por soldados y que arrojó cerca de 3.000 muertos, la mayoría estudiantes de Rangún.


Durante su estancia en Tailandia, país al que llegó el miércoles procedente de Corea del Sur, el presidente de EEUU se reunió con un reducido grupo exiliados birmanos contrarios a la Junta Militar birmana.