DOBLE ATENTADO DE NORUEGA

Breivik ha intentado hablar con las víctimas durante el juicio

La Justicia ha prolongado 12 semanas más la prisión preventiva al autor confeso de la masacre acaecida en Noruega a finales de julio de este año.

Algunas de las víctimas esperan el comienzo de la vista pública en el tribunal de Oslo
Breivik quiso hablar con las víctimas durante el juicio
EFE

El Tribunal de Oslo decidió este lunes prolongar 12 semanas más la prisión preventiva del ultraderechista Anders Behring Breivik, autor confeso del doble atentado del pasado 22 de julio en Noruega en el que murieron 77 personas.


El juez consideró que la petición de la Fiscalía estaba "suficientemente fundamentada", por la gravedad de los hechos y por la confesión del propio Breivik, además de porque existe un "riesgo" de que se pudieran destruir evidencias en caso de ser liberado, lo que afectaría a la investigación en curso.


Aunque no hay razones concretas para sospechar que el ultraderechista contó con cómplices, la Policía trabaja aún con esa posibilidad teórica, lo que también apoya la prisión preventiva.


El tribunal decretó además que Breivik no podrá recibir ni cartas ni visitas durante las próximas ocho semanas, ni tener contacto con los medios durante cuatro, un plazo menor al que solicitaba la Fiscalía.


El aislamiento total al que estaba sometido el detenido le fue levantado hace un mes, pero al ser el único preso de máxima seguridad, en la práctica su situación no ha variado, ya que le sigue prohibido el contacto con el mundo exterior.


El fallo fue hecho público algo más de una hora después de que finalizara la cuarta comparecencia ante los tribunales de Breivik, la primera pública, aunque no se permitió ni filmar ni sacar fotos al sospechoso.


Durante la vista, el detenido intentó hablar con los familiares de las víctimas y los supervivientes de la tragedia presentes en la sala, pero el juez se lo impidió, ya que solo podía pronunciarse sobre su situación en la cárcel y su posición ante la cuestión de la prisión preventiva.


El juez también interrumpió al ultraderechista cuando intentó justificar su actos y elaborar un discurso político.


Al inicio de la vista, Breivik se presentó como comandante militar en el movimiento de resistencia contra la islamización, una expresión ya usada en su manifiesto político, y mostró sus objeciones contra el juez, Torkjel Nesheim.


"Has recibido el mandato de aquellos que apoyan el multiculturalismo. Es una ideología del odio, que apoya la deconstrucción de la sociedad noruega", llegó a decir el acusado antes de ser interrumpido por Nesheim, según la agencia NTB.


Breivik hizo estallar el pasado 22 de julio un coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, donde murieron ocho personas, e inmediatamente después se trasladó a la isla de Utoya, a 45 kilómetros de la capital, donde disparó de forma indiscriminada y mató a 69 personas.