EE.UU.

Boda en el rancho presidencial

El momento culminante del mandato del presidente George W. Bush está a punto de llegar. No, no es que espere un acuerdo de paz en su gira de la semana próxima por Oriente Medio. Es que el sábado se casa su hija Jenna.


Bush se encuentra ya en su rancho en Crawford, en Texas, para ultimar los preparativos de la boda, que según la Casa Blanca tiene carácter estrictamente privado y sobre la que no divulgará ninguna información ni se permitirá cobertura mediática.


Sin embargo, el propio presidente y su familia han divulgado en las últimas semanas numerosos detalles sobre el enlace de Jenna, de 26 años, con Henry Hager, de 29, el vástago de una familia de las "republicanas de toda la vida" de Virginia y que ha sido ayudante del secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez.


Bush no ha dejado de hacer alusiones al enlace en sus últimas comparecencias públicas y al subir al avión Air Force One que le llevaba a Texas sacó el brazo como si llevara a la novia al altar.


Por el momento se sabe que son cerca de 200 los invitados a la ceremonia en el rancho presidencial, todos ellos familiares o amigos de la pareja.


Aunque a la primera dama, Laura Bush, le hubiera gustado celebrar la boda en la Casa Blanca, según admitió ella misma, Jenna tenía muy claro que sus esponsales debían celebrarse en Texas.

Es de Texas

"Nunca he vivido realmente en la Casa Blanca", declaró la hija del presidente el mes pasado en una entrevista a la cadena CNN. "He vivido toda mi vida en Texas, y Texas es donde me siento en casa", explicó.


En otra entrevista, a la revista "Vogue", Jenna declaró que una boda en la Casa Blanca "no va realmente conmigo. Tiene glamour, ya lo sé, pero Henry y yo somos mucho menos 'glamourosos'" que el número 1.600 de la Avenida Pensilvania.


La última boda en la Casa Blanca se celebró en 1971, cuando Tricia, la hija de Richard Nixon, se casó con Edward Cox.


La ceremonia tendrá lugar al aire libre, a partir de las siete de la tarde (16.00 GMT) para evitar los calores que ya aprietan en el sur de EEUU, incluso a principios de mayo, y para disfrutar de los colores de las flores silvestres de la pradera tejana.

"Algo natural y discreto"


"A Henry y a mí nos importa mucho estar al aire libre. Queríamos algo natural y discreto", reveló la hija del presidente a "Vogue".


Los Bush han mandato erigir una gran cruz de piedra caliza, que según reveló el presidente hará las veces de altar para que Jenna dé el "sí, quiero". La escultura quedará instalada allí permanentemente como recuerdo del evento.


La novia lucirá un vestido del diseñador Óscar de la Renta, uno de los favoritos de su madre, Laura. Según describió la propia Jenna a "Vogue", el traje de novia es de organdí bordado y lleva una pequeña cola. No se han publicado dibujos del diseño por deseo del novio, que se confiesa un "gran tradicionalista" y no quiere ver el vestido de ninguna manera hasta que no esté de camino al altar.


La hermana gemela de Jenna, Barbara, será la dama de honor y estará acompañada de catorce amigas "asistentes", vestidas con diseños de la tejana Lela Rose.


Rose se ha inspirado en los colores lavanda, verde, azul y amarillo de las flores tejanas para diseñar los vestidos, que serán diferentes para cada amiga. Los Bush han revelado también cómo fueron los detalles del cortejo y la pedida.