UN "JET-LAG" MUY DURO

Benedicto XV renuncia a viajar a México por consejo médico

Es la primera vez que el Vaticano esgrime la edad y salud del pontífice para descartar un acto.

Benedicto XVI, de 81 años, ha descartado por primera vez un viaje, la visita a México en enero, debido a las dificultades que le plantea su edad. No es que cunda la alarma por su salud ni nada parecido, sino que la altitud de la capital mexicana y la duración del vuelo "han desaconsejado" el viaje, según explicó el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para la Familia. Fue él quien dio estas explicaciones porque presentaba el IV Congreso Mundial de las Familias, que se celebra en el país centroamericano y era el motivo de la visita del pontífice. No obstante, es la primera vez que de forma oficial se esgrimen de forma directa dificultades físicas del Papa para descartar un acto.


El Vaticano ya había adelantado que Ratzinger no iría a México. Nunca había estado en la lista oficial de viajes, pero sí en la oficiosa, que se suele ir formando hasta que cada cita recibe el marchamo del anuncio público o se cae a última hora. Sin embargo, el viaje a Australia del pasado mes de julio, una auténtica paliza, dejó claro que el Papa no estaba para esos trotes. Aparte de que a él no le gusta demasiado moverse, el viaje a las antípodas fue de 20 horas, con un 'jet-lag' muy duro, y los tres días de descanso necesarios a la llegada alargaron la estancia a diez días. "El Papa está bien, pero ya no es un jovencito", dijo Antonelli en tono de broma.


De este modo parecen descartarse en el futuro nuevos viajes de larga duración. Si acaso serán al estilo del realizado a Francia este fin de semana: un destino próximo y una visita de pocos días.


Esta fue la fórmula que aplicó Benedicto XVI al principio de su pontificado, iniciado en abril de 2005, con breves visitas en Europa: Alemania, España, Polonia, Austria y Turquía. Tardó dos años en hacer un trayecto largo, el viaje a Brasil de 2007, y este año sumó dos de peso, a EE.UU. y Australia. Sin embargo, ha decidido echar el freno. Quizá haya algún otro gran trayecto, pero lo seleccionará cuidadosamente. Por ejemplo, como dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi, al descartar al viaje a México, "la prioridad del pontífice es África, en América ya ha estado dos veces".


El Papa y los jesuitas difieren sobre Pío XII


El debate sobre Pío XII, Papa de 1939 a 1958 y antes secretario de Estado de la Santa Sede, por su actitud hacia la persecución de los judíos sigue abierto. Frente a las acusaciones de que no hizo lo suficiente, el Vaticano le defiende y lo hizo Benedicto XVI. "Pío XII no ahorró esfuerzos para intervenir en favor de los judíos, a menudo de forma secreta y silenciosa porque en aquel complejo momento histórico sólo de ese modo era posible salvarlos", dijo a la 'Pave the Way Foundation', que promueve el diálogo religioso.


Pero también este jueves intervino en el debate 'Civiltá Cattolica', la influyente revista de los jesuitas. El padre Giovanni Sale apunta que tras la condena de Pío XI a las leyes raciales de Mussolini, la Secretaría de Estado, al frente de la cual se hallaba el futuro Pío XII, presionó al Gobierno fascista para que "utilizara como criterio discriminatorio no el dato biológico-racial, sino el religioso". El objetivo era salvar a los judíos convertidos al catolicismo. El artículo define como "embarazoso" para el historiador católico actual "justificar este modo de pensar y proceder, sobre todo tras el Concilio Vaticano II". El 9 de octubre se cumplen 50 años de la muerte de Pío XII y el Papa celebrará una misa conmemorativa.