DISTURBIOS EN EL MAGREB

El presidente de Túnez abandona el país

El presidente tunecino, Zine al Abidine Ben Alí, ha abandonado el país tras 23 años en el poder y el Ejército ha tomado el control tras la profunda crisis política desencadenada por las protestas multitudinarias

Un manifestante exaltado durante una protesta.
Al menos 13 muertos durante la última noche
EFE

El presidente tunecino, tras 23 años en el poder, ha abandonado el país tras la profunda crisis política desencadenada por las protestas, según han indicado fuentes próximas al Gobierno. La salida de Ben Ali se produce poco después de que Ben Alín haya declarado el estado de excepción en todo el país, ha impuesto un toque de queda entre las cinco de la tarde y las siete de la mañana, según informó este viernes la televisión estatal. Asimismo, ha prohibido la formación de grupos de más de tres personas y advertido de que "se utilizarán las armas" si no se atiende a las órdenes de las fuerzas de seguridad.


"El presidente ha ordenado al primer ministro, Mohamed Ghannouchi, la formación de un nuevo Gobierno", informó la televisión. "Tras los actos de violencia, ha decidido introducir el estado de excepción en el país para proteger a los ciudadanos tunecinos", prosiguió.


"Este estado de excepción supone que que queda prohibida cualquier reunión de más de tres personas, que las fuerzas de seguridad utilizarán las armas en caso de que los sospechosos no se detengan cuando se lo pida la Policía y que se impondrá un toque de queda desde las cinco de la tarde hasta las siete de la mañana por un periodo indefinido", añadió.

Destitución del Gobierno

Las movilizaciones alcanzaron su punto culminante este viernes con una manifestación de miles de personas ante la sede del Ministerio del Interior para reclamar la dimisión inmediata del presidente, pese a que éste se había mostrado dispuesto a celebrar elecciones legislativas antes de las presidenciales de 2014 y a no cambiar la Constitución para poder optar a la reelección. La Policía ha disparado gases lacrimógenos y se han escuchado disparos.


Según las organizaciones de Derechos Humanos, al menos 60 personas han muerto a lo largo de estas últimas semanas a causa de las protestas registradas en todo el país. Trece de ellas murieron esta pasada noche en la capital, Túnez, y otras cinco fallecieron este viernes en las afueras de la ciudad.


Graves disturbios

El anuncio de la destitución del Gobierno y la convocatoria electoral legislativa anticipada se produce poco después de que la Policía disolviese con gases lacrimógenos una manifestación de más de 8.000 personas congregadas ante la sede del Ministerio del Interior para exigir la salida del poder de Ben Alí.


En otras regiones del país se celebraron también manifestaciones multitudinarias contra el presidente en demanda de su salida del poder, según informaron fuentes sindicales.


En Kairouan, en el centro de Túnez, y en la capital de la cuenca minera de Gafsa, en el suroeste, miles de personas se manifestaron por las calles, al igual que en otras regiones del centro oeste, como Kaserín, Tela o Sidi Bouzid, donde se iniciaron las revueltas sociales el pasado 17 de diciembre. El de esta tarde es el cuarto anunció de medidas y reformas que realiza Ben Alí desde que comenzaron las protestas para intentar apaciguar la contestación.