TAILANDIA

Bangkok busca la normalidad y la unidad del pueblo

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Bangkok comenzó a recuperar ayer cierta normalidad y se enjuaga la herida causada por la violencia desatada a raíz de una profunda fractura social que tiene a Tailandia sumida en una profunda crisis política. Las autoridades tailandesas emprendieron una campaña para que la capital recobre la imagen que tenía antes de que los 'camisas rojas' se atrincherasen en el corazón comercial y seis semanas después fueran desalojados por los soldados.

Decenas de equipos de técnicos de los servicios municipales reparaban ayer la red eléctrica a lo largo de la céntrica avenida de Rama IV, donde el vandalismo que siguió al asalto ha dejado su huella en media docena de edificios incendiados. "Mañana -por hoy- abriremos al tráfico las calles", dijo el capitán Vinai Kamlaeng, de la policía metropolitana mientras observaba cómo las máquinas tapaban los socavones causados por las hogueras de pilas de neumáticos tras las que se parapetaron los 'camisas rojas'.

"Podemos reparar los daños a la infraestructura y los edificios, pero lo importante es cerrar las heridas emocionales y restaurar la unidad del pueblo tailandés", dijo el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, en un discurso televisado.

Ayer también se conocieron datos contradictorios. Los servicios médicos de rescate tailandeses confirmaron solo el hallazgo de un cadáver entre los restos carbonizados del Central World de Bangkok, el de un hombre de 24, mientras que los servicios estatales de emergencia anunciaron el descubrimiento de nueve cuerpos.