MEDIO AMBIENTE

Ballenas en el punto de mira

Un total de 88 países debaten divididos esta semana en _Marruecos si levantan la moratoria de la caza de cetáceos impuesta hace 25 años.

La falta de acuerdo entre los países partidarios y detractores de la caza ballenera, que ayer iniciaron en Marruecos su 62 reunión anual, condujo a la suspensión de la sesión plenaria para abordar en grupos de negociación cerrados el levantamiento de la moratoria.

Los 88 países miembros de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) se dieron cita con fuertes divergencias sobre la posible reanudación de la captura de esos cetáceos, que según los ecologistas siguen siendo víctimas de los arpones pese a que su caza comercial se vetó hace 25 años.

El vicepresidente de la comisión, Anthony Liverpool, de Antonia y Barbuda, consideró que la suspensión del pleno es "el enfoque más conveniente para llegar a una resolución", pero los grupos ecologistas criticaron la falta de transparencia en un momento decisivo para el futuro de esos mamíferos marinos.

Sobre la mesa de negociaciones está la propuesta que la presidencia y la vicepresidencia de la CBI presentaron el pasado abril, y en la que se incluyen puntos como que durante la próxima década "la moratoria sigue vigente", pero que "los límites de captura en general estarán significativamente por debajo de los actuales".

Asimismo, se aboga por crear un santuario en el Atlántico sur, introducir medidas modernas de vigilancia para las operaciones de caza no indígena, poner toda captura autorizada bajo el control de la CBI o limitar la caza a aquellos miembros que capturan ballenas.

Pese al beneficio de contar por primera vez con un paquete de medidas concretas como punto de discusión, no es un borrador que satisfaga plenamente ni a las naciones partidarias de la caza, como Noruega, Rusia, Dinamarca, Islandia y Japón, ni a las conservacionistas, lideradas por Latinoamérica y Australia.

"Casi todo el mundo tiene objeciones sobre algún punto. Necesita cambios considerables para que haya un consenso. Islandia, como país exportador de productos pesqueros, no puede aceptar que se prohiba el comercio internacional de productos balleneros", dijo el comisionado islandés, Tomas Heidar.

El Fondo Mundial para la Naturaleza, Greenpeace y PEW, que constituyen los tres principales grupos ecologistas presentes en el encuentro y denuncian que cada año se cazan al margen del control de la Comisión Ballenera Internacional 1.500 ballenas, destacaron que deben incluirse seis puntos "fundamentales", entre ellos, terminar con la caza en el santuario del océano austral, prohibir la captura comercial de especies amenazadas o limitar al uso doméstico el consumo de carne o productos de ballena si se autoriza la caza.