REVUELTAS

Bahréin libera a numerosos presos políticos para calmar a los manifestantes

Esperan la vuelta del líder de la formación política chií Haq, Hassan Mushaimá, que fue juzgado en ausencia por formar parte de un complot de golpe de Estado.

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Bahréin libera a numerosos presos para calmar a los manifestantes
EFE

Bahréin ha liberado este miércoles a 23 opositores acusados de intentar derrocar a la monarquía suní, junto con otro grupo de presos supuestamente detenidos en las protestas de la semana pasada, según Ibrahim Mattar, diputado opositor chií.


La liberación de estos detenidos es otra concesión a los manifestantes, en su mayoría chií, que realizan protestas en las calles desde la semana pasada para pedir una monarquía constitucional y la elección del Gobierno desde el pueblo, en una ola de revueltas que sacude Oriente Próximo y el norte de África.


Además, se espera la vuelta del líder de la formación política chií Haq, Hassan Mushaimá, que fue juzgado en ausencia por formar parte de un complot de golpe de Estado. Actualmente se encuentra en Beirut, tras volar desde Londres, donde vive exiliado.


Mattar, de la formación opositora Wefaq, indicó que unos 100 presos habían sido liberados durante la noche, aunque todavía hay docenas en la cárcel. También explicó que en este grupo había 21 criminales comunes.  «Permitir a la gente que proteste y liberar a esas personas son movimientos positivos», opinó Mattar. Los grupos opositores están esperando a que la familia real acepte los principios de una monarquía constitucional antes de formar parte de un diálogo, añadió.


Las concesiones hasta ahora han sido permitir protestas pacíficas y ofrecer diálogo ante las reformas. «El principal punto es que estamos esperando el inicio de reformas políticas. Hasta ahora no han prometido nada», denunció Mattar. «Si no lo dicen, estamos perdiendo el tiempo», añadió.


Los 23 hombres en prisión por el intento de golpe de Estado, entre los que se incluye clérigos chiíes, fueron llevados a juicio en octubre después de tomar medidas contra los grupos de oposición en agosto.


La liberación de estos prisioneros ha sido una de las demandas de los manifestantes, tras la represión de las revueltas la semana pasada, lo que provocó la muerte de siete personas. Entre los primeros en ser excarcelados estaba un grupo de jóvenes que fueron detenidos supuestamente en las revueltas. Unas dos docenas de familiares les estaban esperando.


La mayoría chií se ha quejado de la discriminación sufrida por parte de la realeza suní que gobierna el país, que es un aliado de los saudíes y Estados Unidos. Quieren acabar con el actual sistema en el que la población elige un Parlamento con poco poder mientras que las decisiones siguen en manos de una élite dominada por la familia Al Jalifa.


Esta dinastía gobierna en Bahréin desde hace 200 años, y la familia domina un Ejecutivo liderado por el tío del rey, que es primer ministro desde la independencia de Reino Unido en 1971.


Peticiones de Clinton

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, pidió al rey de Bahréin y al príncipe heredero que liberasen a los prisioneros políticos, que permitiesen las protestas políticas y que ofreciesen negociaciones con la oposición. «Estos pasos serán necesarios para continuar con acciones concretas y reformas», declaró el martes Clinton a los periodistas, advirtiendo de que «no había lugar para la violencia contra los manifestantes pacíficos».


Bahréin es un pequeño pero estratégico aliado de Estados Unidos ya que en este país se encuentra la Quinta Flota de la Marina estadounidense. En Bahréin, al igual que en Egipto y Túnez, Estados Unidos ha intentado lidiar entre las revueltas populares y los líderes árabes de estos países, grandes aliados de Washington.


«A lo largo de Oriente Próximo, la población está pidiendo a sus gobiernos que sean más abiertos, más responsables y más sensibles. Sin verdaderos progresos hacia sistemas políticos más abiertos y más responsables, el espacio entre la gente y sus gobiernos solo puede crecer y que la inestabilidad sea más profunda», declaró Clinton.