TERRORISMO

Alí Agca acusa ahora al Vaticano de estar detrás del atentado contra Juan Pablo II

El terrorista, considerado mentalmente inestable, apunta como cerebro al cardenal Casaroli.

Ali Agca atentó contra el Papa Juan Pablo II en 1981
Ali Agca acusa al Vaticano de estar detrás del atentado contra Juan Pablo II
HA

Mehmet Alí Agca, autor del atentado contra el papa Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, acusó ayer al propio Vaticano de estar detrás del fallido magnicidio. En declaraciones en exclusiva a la televisión pública turca TRT, Agca culpó al entonces secretario de Estado del Vaticano, Agustino Casaroli, de haber sido el cerebro que supuestamente orquestó el asesinato del Pontífice.


No obstante, declaró que la intención de los organizadores era “herir, no matar” al Pontífice y que el objetivo era acusar de la acción a la Unión Soviética para desacreditarla y conseguir el “hundimiento del imperio soviético”.

El papa Karol Wojtyla fue herido de gravedad por Agca, quien le disparó tres tiros en la mano, un brazo y el abdomen cuando viajaba en un vehículo abierto en la plaza de San Pedro del Vaticano.


“Definitivamente, el Gobierno del Vaticano estuvo detrás de la orden de disparar (al Papa). El cardenal Agustino Casaroli, el segundo hombre en el Vaticano, decidió esto”, declaró Agca refiriéndose al ‘primer ministro’ del Estado del Vaticano.


El terrorista turco insistió en que el encargo de atentar contra Juan Pablo II procedió del cardenal Casaroli, quien supuestamente dio la orden a través de un agente del Vaticano que identificó como el ‘padre Michele’. “Hice prácticas para el ataque junto con el ‘padre Michele’ y otro agente del Vaticano. Me reuní varias veces con él e incluso fuimos a la plaza de San Pedro para planear el atentado”, afirmó.


El arma utilizada, precisó, había procedido de Austria y los organizadores le pagaron 50.000 dólares de recompensa. “Michele me garantizó que después de dos años de prisión sería liberado”, añadió Agca.


Asimismo, agregó ante las cámaras de la televisión pública turca que ni la CIA norteamericana ni el KGB soviético ni ningún otro poder conspiró contra el Papa de origen polaco, aunque aseguró que se creó la pista soviéticobúlgara para ayudar a hundir a la Unión Soviética.


Subrayó también que durante su encuentro de 22 minutos en la cárcel en Italia con el papa Wojtyla, en diciembre de 1983, este no le preguntó nada sobre la autoría del atentado, porque según Agca, el jefe de la Iglesia católica “sabía muy bien que el Vaticano estaba detrás de ello”.


Agca, de 52 años, pasó 19 años en la cárcel en Italia antes de que el presidente italiano, Carlo Azegli Ciampi, lo indultara en junio de 2000, pero fue entregado a Turquía, donde le esperaba cadena perpetua por varios delitos cometidos cuando era miembro del grupo ultraderechista turco Lobos Grises.


Entre otras fechorías, Alí Agca fue hallado culpable de asesinar en febrero de 1979 en Estambul a Abdi Ipekci, editor del periódico de gran tirada izquierdista ‘Milliyet’.


Pero tras cumplir seis meses de cárcel, logró fugarse con la ayuda de un activista de los Lobos Grises y juntos fueron a Bulgaria, entonces una de las bases de operaciones de la mafia turca.


El pasado 18 de enero fue puesto en libertad de una cárcel próxima a Ankara, pese a que debería haber permanecido preso, al menos hasta 2017, y fue declarado incapacitado para cumplir el servicio militar, tras ser considerado mentalmente inestable.


A la salida de la prisión, Agca se proclamó el “eterno Mesías”, anunció su intención de escribir “la Biblia perfecta” y proclamó que el fin del mundo estaba próximo.