ALIMENTACIÓN

Alemania teme "inmensos" daños por la contaminación de piensos con dioxinas

Más de 1.600 granjas aún están precintadas y los efectos de la alarma han hecho mella en el consumo interno de carne de porcino.

El Gobierno alemán teme daños "inmensos", tanto financieros como en la reputación de su sector agropecuario, por la contaminación con dioxinas de piensos animales detectada en el país, mientras desde Bruselas se califica de desproporcionada una prohibición a la importación de sus productos. "Es evidente que habrá consecuencias y que se endurecerán los controles", indicó la ministra de Agricultura y Protección del Consumidor, Ilse Aigner, tras una reunión con expertos y representantes del sector.


Los daños provocados por el escándalo "son ya inmensos", añadió la ministra, a falta de una evaluación precisa y después de que el domingo se levantara el cierre temporal a unas 3.000 de las 5.000 granjas cerradas los días pasados para su inspección.


Por daños, aclaró Aigner, hay que entender tanto las consecuencias económicas sobre el sector como los efectos en la confianza en los productos alemanes.


Un total de 1.635 granjas permanecen precintadas y los efectos de la alarma desatada la semana pasada ha hecho mella ya en el consumo interno de carne de porcino y productos avícolas, según han advertido representantes del sector. Hasta ahora apenas se constataron altos índices de contaminación en diez de las granjas afectadas de Baja Sajonia (norte de Alemania), pero no se podrá levantar la alerta hasta que se haya completado la inspección.


En Francia y Dinamarca

El foco de la alerta se situó en Baja Sajonia, estado federado que concentra el mayor número de explotaciones cerradas, y hasta ahora, fuera de Alemania, solo se ha comprobado la presencia de productos contaminados en Dinamarca y Francia. Otras alarmas por presunta contaminación con dioxinas, por efectos de piensos alemanes, en países como el Reino Unido quedaron descartadas.