La rama de Al Qaeda en el norte de África seguirá matando ciudadanos franceses, advirtió un líder de la red terrorista encarcelado en Mauritania, donde la semana pasada el grupo ejecutó a un rehén galo.

El primer ministro francés, François Fillon, declaró la "guerra" a Al Qaeda tras el asesinato de Michel Germaneau, un cooperante de 78 años secuestrado en Níger en abril. También dos españoles siguen cautivos en el norte de África desde fines del año pasado.

"Le digo a los infieles, a los cruzados franceses y a los devotos de los cruzados y los judíos que no estaremos felices hasta que su sangre fertilice nuestras tierras", dijo Jadim Ould al Saman al diario "Akhbar Nouakchott", en una entrevista concedida desde su celda en Mauritania y publicada este lunes.

Antes de la ejecución de Germaneau, seis miembros de la red de Osama Bin Laden murieron en una operación del Ejército mauritano llevada a cabo para "prevenir ataques de Al Qaida en el Magreb Islámico". Francia admitió haber contribuido con la operación.

Ould al Saman, detenido en 2008 por su pertenencia a la red, acusó al gobierno y al Ejército mauritanos de "apostasía, por luchar con los fieles contra los musulmanes".