AFGANISTÁN

Al menos ocho muertos en un ataque talibán contra la ONU en Kabul

Al menos ocho personas, entre ellas cinco empleados extranjeros de la ONU y dos policías, murieron este miércoles en Kabul en un ataque reivindicado por los talibanes como la "primera etapa" de su campaña contra la segunda vuelta de la elección presidencial afgana.


El ataque, perpetrado por suicidas disfrazados de policías, según el ministerio de Defensa, concluyó a las 8.30 horas, después de tres horas de balacera y de explosiones, y tras la muerte de los tres asaltantes.


En el ataque contra la residencia donde habitaban empleados de Naciones Unidas, al menos cinco empleados extranjeros murieron, y otros nueve funcionarios de la ONU resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad, declaró un portavoz de la organización en Kabul, Adrian Edwards.


Edwards dio antes un balance de seis empleados extranjeros muertos. Pero "se necesitan exámenes forenses para confirmar la identidad" de una sexta víctima que podría ser otro funcionario de la ONU, según precisó.


El portavoz no pudo informar de la nacionalidad de las víctimas.


La embajada de Washington dijo que un estadounidense figura entre los muertos.


Además, dos policías fueron muertos, indicó la policía de Kabul.


"Los tres suicidas murieron durante la operación de la policía", indicó el ministerio del Interior.


El presidente afgano Hamid Karzai ordenó el miércoles que se disponga una "seguridad reforzada" para las organizaciones internacionales en Kabul, calificando al ataque de "odioso" e "inhumano".


El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el "despreciable y brutal" ataque, pero dijo que las Naciones Unidas permanecerán comprometidas con Afganistán. "Las Naciones Unidas siguen decididas a continuar el trabajo que realizan en el país", dijo.


Con la misma actitud, el jefe de la misión de la ONU en Afganistán, Kai Eide, declaró a la prensa que "este ataque (...) no disuadirá a la ONU de continuar su trabajo para construir, reconstruir y garantizar un mejor futuro para el pueblo afgano".


La Unión Europea (UE) está "conmocionada y consternada" por el ataque el miércoles contra el personal de la ONU en Kabul, declaró la presidencia sueca del bloque en un comunicado.


En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen condenó el ataque y estimó que prueba que los talibanes son "enemigos del pueblo afgano".


La secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, de visita en Pakistán, condenó el ataque suicida calificándolo de "cobarde".


Los talibanes reivindicaron el ataque indicando que se trataba de una "primera etapa" en su campaña de desestabilización de la elección presidencial, cuya segunda vuelta está prevista el 7 de noviembre.


El ataque comenzó hacia las 5.30 horas, cuando un "grupo de terroristas", según la policía, asaltó la residencia Bejtar, en las inmediaciones del edificio del Ministerio afgano de la Mujer, en el barrio de Shar-e-Now, en el centro de Kabul, donde habitaban extranjeros.


Tres rebeldes vestidos con uniformes de la policía y provistos de cinturones explosivos y armas automáticas efectuaron el ataque, según la policía.


El ataque del miércoles, el sexto en dos meses en Kabul, en una de las zonas más protegidas de Afganistán, pone en evidencia la incapacidad de las fuerzas afganas e internacionales para garantizar la seguridad de la población y sobre todo de los electores en los próximos comicios, lo que temer un algo índice de abstención.