VISITA A LAS NACIONES UNIDAS

Ahmadineyad denuncia una campaña de la prensa estadounidense para dañar la imagen de Irán

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, denunció una campaña de la prensa estadounidense durante su viaje a Nueva York destinada a "perjudicar la imagen de Irán".


"Durante mis entrevistas en Estados Unidos, los medios tendieron a preguntar de forma reiterativa por clichés. Está claro que todos seguían cierta línea", dijo el mandatario a la prensa local a su regreso a Teherán.


El sábado, un diputado y un ex candidato presidencial conservador iraníes criticaron algunas de las declaraciones de Ahmadineyad en Nueva York, en especial una entrevista con la agencia norteamericana AP en la que habló de una posible amistad con EEUU.


Ambos coincidieron en apuntar que tal comentario era contrario a los intereses del país.


En este sentido, el mandatario dijo a su llegada al aeropuerto de Teherán que "con el cambio de retórica, (el presidente estadounidense, Barack) Obama ha marcado un fuerte compromiso frente a la ONU".


"Si la Administración norteamericana es seria en el camino del cambio, el discurso de Obama puede considerarse un inicio", agregó Ahmadineyad, a quien hoy cita la televisión estatal.


El presidente iraní también aprovechó la presencia de los medios locales en el aeródromo para volver a mostrar su cara más desafiante en lo relativo a la nueva planta nuclear, que Estados Unidos denuncia que ha comenzado a construir en secreto.


Según el mandatario, el hallazgo ha supuesto "un golpe para la arrogancia de Occidente".


Además, cree que al final los occidentales se arrepentirán de haber hablado.


"Pueden seguir utilizando este caso a través de los medios de comunicación, pero supone un golpe para los arrogantes", señaló.


El presidente estadounidense, Barack Obama, secundado por su colega francés, Nicolás Sarkozy, y por el primer ministro británico, Gordon Brown, denunció el viernes que Irán construye un planta de enriquecimiento de uranio clandestina y le advirtió de que deberá responder ante la comunidad internacional.


Teherán, que ha admitido la existencia de la planta, asegura que no la construye de forma secreta, y que había informado ya el pasado 21 de septiembre al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), mucho antes de lo que dice que exige el Tratado de No Proliferación Nuclear.


Según las autoridades iraníes, la planta aún tardará casi un año y medio en entrar en funcionamiento, mientras que el tratado exige que se anuncie la inyección de gas con solo seis meses de antelación.


Estados Unidos y varios países de la Unión Europea acusan a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro clandestino de carácter militar cuyo objetivo final sería la adquisición de armas atómicas.


El primero de octubre está previsto que representantes del régimen iraní se reúnan con miembros del denominado grupo 5+1, que integran los países permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, para retomar las negociaciones sobre el tema nuclear.