IRAQ

Abril concluye con 400 muertos en Bagdad

Al Maliki advierte de que desarmará al Ejército de Al Sadr si no abandona la lucha

Abril ha sido un mes especialmente violento en Bagdad. Los enfrentamientos prácticamente constantes entre las fuerzas estadounidenses e iraquíes y los chiíes radicales, simpatizantes en su mayoría del clérigo Muqtada al Sadr, provocaron la muerte a más de cuatro centenares de personas, según fuentes hospitalarias. En vista de que la situación sigue sin calmarse, el primer ministro del país árabe, Nuri Al Maliki, advirtió que desarticulará por la fuerza la milicia de Al Sadr si sus hombres no abandonan la lucha iniciada hace más de un mes y cumplen cuatro condiciones básicas.


En Bagdad, la peor parte se la ha llevado el barrio mayoritariamente chií de Ciudad Sadr. En total, los dos hospitales de este feudo cifraron en alrededor de 421 el número de fallecidos desde el fin de marzo y en 2.400 el de heridos. De hecho, estos centros están preocupados por si tal magnitud de víctimas merma las reservas o incluso no cuentan con suficientes facultativos para atender a los pacientes.


El balance de abril tampoco ha sido bueno para las filas del Ejército norteamericano. La muerte de al menos 46 soldados convierte el mes en el más sangriento en Irak desde septiembre, cuando perdieron la mida 65 militares. Las últimas de estas bajas tuvieron lugar el martes, con la muerte de dos soldados.


Desde que comenzase la invasión en 2003, han muerto algo más de 4.000 soldados, según la web independiente 'icasualties.org'. No obstante, la cifra es considerablemente inferior a los 90.782 civiles fallecidos, en base a los datos recogidos por otr/press del portal de activistas 'iraqbodycount.net'.


Advertencia


Pese al alto el fuego defendido por el clérigo Al Sadr, las escaramuzas siguen produciéndose día tras día. Por esta razón, el primer ministro aseguró hoy que el Estado desarmará al Ejército del Mahdi si sus combatientes no abandonan la lucha que iniciaron hace más de un mes y que ha puesto en jaque a las Fuerzas de Seguridad del país, tanto en Bagdad como en Basora, segunda ciudad más importante del país.


Al Maliki ha puesto cuatro condiciones para interrumpir los despliegues militares contra la milicia de Al Sadr. Así, aludió al desarme de los combatientes, dejar de interferir en los asuntos de Estado, acabar con sus propios tribunales y entregar a los fugitivos buscados por las autoridades. Para Al Maliki, "rechazar estas condiciones significa la continuación de los esfuerzos del Gobierno por desarmarles por la fuerza". En rueda de prensa, el primer ministro resaltó que "no hay alternativa" a las premisas dadas por el Ejecutivo.