CONFLICTO EN LIBIA

Gadafi planta cara a pesar de perder Trípoli

Al menos 70 proyectiles fueron lanzados por brigadas gadafistas contra objetivos rebeldes en la capital y en distintas zonas del sur hay varios focos de resistencia. Los rebeldes aseguran controlar entre un 90 y un 95% del país.

Un opositor a Gadafi quema una bandera con la imagen del coronel libio
Los rebeldes instan a entregar a Gadafi "vivo o muerto"
AFP

A pesar de que ha perdido el control de la capital del país, Trípoli y de más del 90 por ciento del territorio nacional, el coronel libio Muamar el Gadafi se ha mostrado dispuesto a seguir plantando cara a las fuerzas rebeldes.


"Victoria o muerte" declaró Gadafi a una radio local libia después de que los insurgentes tomaran la residencia cuartel del coronel en el barrio tripolitano de Bab Al Aziziya, un símbolo del régimen que Gadafi forjó a su imagen y semejanza.


A pesar de haber pedido el control, de no tener los medios de información estatales a su alcance, el huido dirigente logró contactar con una emisora de la capital y con un canal sirio para instar una vez más a sus seguidores a continuar la lucha.


En unas declaraciones al canal internacional de televisión sirio Al Rai, el dirigente aseguró que "la misión de los habitantes de Trípoli es purgar su ciudad" de insurgentes, a los que calificó, como es habitual, de ratas y de trabajadores a sueldo de los colonizadores.


"Los jóvenes de Tayura, Suk el Yuma y los comités revolucionarios, todos deben luchar contra los traidores, es su deber", dijo Gadafi al canal sirio Al Rai, que en su página web aseguraba que estas palabras fueron realizadas vía telefónica desde Trípoli, aunque no precisó el lugar.


Asimismo, el líder libio quiso restar importancia a la pérdida del complejo militar de Bab al Aziziya asegurando que se debió a un "movimiento táctico" y que después de los bombardeos de la OTAN, el palacio carecía de importancia para él.


Sus palabras, entrecortadas y en algunos momentos interrumpidas por el ruido de aviones, parece que han surtido efecto, al menos momentáneo, en las tropas que aún se mantienen fieles a quien fuera líder del país durante cuatro décadas.

Ataques


Tras sus dos intervenciones, al menos 70 proyectiles fueron lanzados por brigadas gadafistas contra objetivos rebeldes en la capital, según informó el canal de capital saudí Al Arabiya, y en distintas zonas del sur de Trípoli continúan latentes varios focos de resistencia.


Además, el avance rebelde en el este del país, que se había acelerado tras la caída de Trípoli, ha sido detenido por fuerzas leales al coronel a la entrada de Ben Yawad, 160 kilómetros al este de Sirte, ciudad natal de Gadafi.


"Avanzamos hasta que fuimos detenidos en las puertas de Ben Yawad. Sus seguidores (de Gadafi) se encuentran entre las familias y estamos tratando de evitar bajas", dijo el portavoz del Ejército rebelde Ahmad Bani, que en los últimos días se había hecho con el control de los enclaves de Brega y Ras Lanuf.


Como parte de esta reacción o contraataque tras la pérdida de la principal ciudad del país, las fuerzas de Gadafi han lanzado varios misiles desde Sirte contra la localidad rebelde de Misrata, a 250 kilómetros al oeste de la localidad.


Sin embargo, para los rebeldes, que aseguran controlar entre un 90 y un 95 por ciento del país, al menos según declaró uno de sus portavoces Abdalla Abu Afara al canal Al Yazira, la resistencia de Misrata no es lo que parece.


De este modo, representantes civiles y tribales de la localidad que vio nacer a Gadafi han entablado contactos para una rendición negociada, tal y como aseguraba ayer Ahmad Bani y hoy lo subrayaba de nuevo Abu Afara.


Por su parte, el Consejo Nacional Transitorio (CNT), la máxima autoridad rebelde, en un movimiento que parece dirigido a acelerar la caída de Gadafi, ha ofrecido una recompensa de más de un millón y medio de dólares a quien capture al coronel "vivo o muerto".


Así lo ha anunciado en una rueda de prensa el presidente del CNT Mustafa Abdul Yalil, que hizo hincapié en que también otorgarían "inmunidad a cualquier persona de su círculo cercano que lo detuviera o matara".


Un movimiento que parece dirigido a sembrar las dudas entre quienes acompañan en su huida al hasta hace apenas seis meses todopoderoso coronel Muamar el Gadafi.