El Tribunal de Rabat eleva de 2 a 10 y 20 años la pena a los violadores de una niña

La víctima quedó embarazada y tuvo hace un año un bebé.

La gente se agolpa a las puertas del Juzgado de Apelaciones durante este juicio.
La gente se agolpa a las puertas del Juzgado de Apelaciones durante este juicio.
Jalal Morchidi

El Tribunal de Apelación de Rabat elevó de 2 a entre 10 y 20 años de cárcel las penas contra los tres hombres que violaron repetidamente a una niña 11 años en una aldea rural de Marruecos, que quedó embarazada y tuvo hace un año un bebé.

En esta segunda y última vista, que duró once horas hasta la 1.30 horas pasada la medianoche, el juez elevó la pena contra Karim A. (36 años) y Yusef Z. (22 años y sobrino de Karim) de 18 meses a diez años de cárcel firmes y pagar cada uno de ellos una multa de 40.000 dirhams (3.500 euros).

En cuanto al tercer condenado Abdeluahed B. (de 29 años y que según la prueba del ADN es el padre del bebé que la víctima dio a luz hace un año), fue condenado a 20 años de cárcel en lugar de dos años en primera instancia, y también fue condenado a pagar una multa de 60.000 dirhams (5.300 euros).

Fueron sentenciados por "secuestro de menores" y "atentado al pudor con violencia", un delito este último que tipifica la agresión sexual y prevé entre 10 y 20 años de cárcel cuando la víctima es menor.

Durante esta vista de hoy, el fiscal pidió la máxima pena contra los tres hombres, que según el Código Penal marroquí sería de 20 años de prisión en este caso.

"Pido la máxima pena y, si hubiese existido en la ley la pena de muerte para estos casos, lo hubiese solicitado", dijo durante su intervención, en la que subrayó a que a la niña, que ahora tiene 13 años, "le han privado de su infancia" y ya "no puede jugar como los otros niños".

El fiscal afirmó no estar de acuerdo con las atenuantes que aplicó el juez de primera instancia a los tres condenados -considerar que la pena es demasiado dura para los hechos, la falta de antecedentes y su condición social-, ya que "no deberían aplicarse en estos casos indignantes que tienen consecuencias sobre toda la sociedad".

Este caso ha causado gran indignación social en Marruecos por las penas leves de entre 18 meses y dos años de cárcel pronunciadas contra los condenados. El mismo ministro de Justicia, Abdelatif Uahbi, dijo estar "sorprendido" con esa decisión.

El padre de la niña calificó de "justa" la decisión del Tribunal de Apelación de Rabat. Mohamed S. aseguró que planea abandonar su pobre aldea, situada cerca de la ciudad de Tiflet, 70 kilómetros al este de Rabat, para "no volver a cruzarse nunca" con los familiares de los violadores de su hija.

La niña, que ahora tiene 13 años, vive con su familia en esta pequeña aldea rural. Dos de los condenados son vecinos familiares lejanos suyos y un tercero es también vecino. Según el testimonio policial de la menor, la violaron repetidamente y en ocasiones en grupo.

La vista estuvo marcada por el testimonio de la menor ante el tribunal a puerta cerrada, que, según sus abogados, confirmó sus declaraciones anteriores señalando a los condenados como sus violadores.

También compareció una menor testigo de los hechos familiar de Yusef Z. y vecina de la víctima, que ante el tribunal se retractó de sus declaraciones anteriores, en las que confesó haber atestiguado abusos sexuales sobre la niña.

Según el fiscal, la menor testigo dijo haber acompañado un día a Yusef Z. a casa de la víctima y presenciado el acto sexual, que describió posteriormente ante la policía judicial.

El fiscal decidió hoy abrir una investigación contra esta menor por "complicidad" en los delitos por los que fueron condenados los tres hombres.

Por su parte, los sentenciados negaron rotundamente las acusaciones y uno de ellos, Abdeluahed B., dijo no ser el padre del bebé que dio a luz la niña, a pesar de que la prueba de ADN confirma que sí lo es en un 99,99 %.

A la vista asistieron varias ONG defensoras de los derechos de la mujer y gran número de periodistas nacionales e internacionales, que siguen este caso que ha puesto de relieve las laxas penas aplicadas en Marruecos contra los violadores.

Varias defensoras de los derechos de la mujer y de la infancia expresaron su satisfacción tras el fallo judicial. "Estoy muy contenta porque la opinión pública se ha unido, ha creado una sinergia y se ha convertido en una fuerza, y estoy contenta también porque el Estado reaccionó", dijo a EFE la socióloga y escritora marroquí Soumaya Naamane Guessous.

El endurecimiento de las condenas, para Guessous, "se debe a la presión de la sociedad civil y a la voluntad del Estado, que permitieron conseguir la equidad para esta niña y su familia".

"Este caso abrirá nuevos horizontes para que haya más protección a los niños. Tengo confianza y esperanza", agregó.

Desde que se dio a conocer el caso, la ONG "Insaf" (Equidad) se ha encargado de la niña, que ahora está en un centro de alfabetización y de formación profesional en la ciudad de Tiflet, donde vive toda la semana y estudia para ser peluquera.

"Hoy estamos aliviados y satisfechos y solo podemos agradecer a la justicia su capacidad de respuesta, agradecemos a la sociedad civil marroquí su valentía y a los medios de comunicación", dijo a EFE la presidenta de "Insaf", Amina Khalid.

Khalid expresó su deseo de que los jueces marroquíes entiendan la gravedad de las violaciones y que las sentencias laxas solo animan a los criminales.

La activista de la plataforma "Masaktach" (No me callo) Loubna Raiss" afirmó por su parte que hoy es un día de satisfacción "porque la justicia ha reparado su error".

"Esperamos que se aplique la ley en el futuro como se debe, porque no hay que olvidar que un 80 % de los violadores son condenados a menos de lo estipulado en la ley", afirma en referencia a un estudio hecho por su plataforma analizando sentencias de violación, que muestra que a ese porcentaje de violadores se le aplica condenas de menos de 5 años de cárcel.

"Deseo mucho coraje a la pequeña para su reconstrucción, pero sin olvidar a las otras víctimas cuyos casos no han sido mediatizados y que no recibieron apoyo", subrayó. 

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