El Gobierno de Biden amenaza con vetar a TikTok si no vende a estadounidenses

Los ejecutivos de la red social alegan que eso no resolverá los problemas de seguridad nacional que alega la Casa Blanca para permitir que siga operando en el país.

Logo de TikTok visto en un teléfono móvil
Logo de TikTok visto en un teléfono móvil
DADO RUVIC

Los algoritmos controlan lo que vemos, ¿y si China controla a los algoritmos? El Gobierno de Estados Unidos, como muchos otros, teme que ese sea el caso. El año pasado ya lideró al mundo en la decisión de prohibir a los funcionarios descargarse la aplicación de TikTok en sus teléfonos de trabajo. Ahora lo lleva un paso más lejos al exigir a la empresa de origen chino ByteDance, propietaria de esta aplicación, que venda so pena de vetar que pueda seguir operando dentro del territorio de EE UU.

Se trata de un movimiento más bien 'trumpiano', porque precisamente fue el Gobierno de Donald Trump el que en agosto de 2020 dio 90 días a la empresa para venderla o vetarla si no cumplía con el ultimátum. TikTok, lejos de amedrentarse entonces, sino que luchó en los tribunales, donde embarró la decisión hasta que Joe Biden le sustituyó en la Casa Blanca. Su administración decidió congelar la decisión hasta que completase una exhaustiva revisión, que al parecer ha terminado dándole la razón al propio Trump.

Entre medias ocurrieron algunas cosas con las que ByteDance esperaba tranquilizar las suspicacias internacionales. La compañía californiana de 'software' Oracle y la cadena Walmart compraron un porcentaje de la empresa china y se aseguraron de que la información de más de cien millones de usuarios estadounidenses permaneciera en servidores dentro del país. Gracias a su 7.5%, el consejero de la cadena de supermercados Walmart, Doug McMillon, se sentó en el consejo de administración de la empresa de origen chino.

Trump se lo tomó como una victoria, una señal de que la compañía se estaba volviendo estadounidense. Al fin y al cabo el presidente y fundador de Oracle, Larry Ellison es un ardiente seguidor suyo y ha recaudado fondos para su campaña.

Pero los más críticos consideraron que este movimiento no tendría consecuencias prácticas y que solo servía a Oracle para mejorar su posición en un mercado donde habían sido sobrepasada por Amazon, Microsoft y Google. De camino la Casa Blanca de Trump clavaba una daga en el corazón de Silicón Valley.

Los republicanos, al frente

A raíz de los movimientos políticos registrados desde noviembre pasado, cuando más de dos docenas de gobiernos estatales han vetado TikTok de los teléfonos y tabletas de sus funcionarios, al igual que el Congreso el mes pasado, las iniciativas para ponerle barreras han cobrado fuerza. Al frente de esa batalla están los legisladores del Partido Republicano, en los que por una vez el Gobierno de Joe Biden delegaba felizmente. La introducción de una propuesta de ley bipartidista llamada 'Restrict' empoderaría al secretario de Comercio para tomar medidas contra las operaciones tecnológicas en las que los adversarios extranjeros tengan intereses que supongan un riesgo "inaceptable" para la seguridad nacional.

Por su parte, el Comité de Asuntos Extranjeros de la Cámara Baja introdujo también este mismo mes una ley que exigirá al presidente imponer sanciones a las compañías chinas que puedan potencialmente exponer la información privada de los estadounidenses a un adversario extranjero.

"Es inquietante que TikTok y, por extensión el Partido Comunista, tenga la capacidad de controlar lo que hacen nuestros adolescentes en sus teléfonos", dijo el senador Marco Rubio. "Y no acaba ahí: Con esa aplicación Pekín puede recopilar información sensible de los empleados de gobierno, así como chantajear o espiar a millones de nuestros compatriotas".

Con todo ese furor, extendido a nivel mundial, el Gobierno de Biden se siente en buena posición para negociar ahora con la empresa medidas drásticas que blinden la información de los estadounidenses. La empresa dijo el miércoles al periódico Wall Street Journal, el primer medio en reportar la amenaza de vetar la aplicación dentro de Estados Unidos, que "si el objetivo es proteger la seguridad nacional, liquidar sus activos no protegerá la información de los usuarios". Su portavoz, Brooke Oberwetter, dijo en un comunicado que la mejor manera es "ser transparente, contar con el robusto monitoreo de una tercera parte, vetar y verificar los cambios que están implementando". Para eso ha prometido invertir 1.500 millones de dólares en un programa que blindaría los contenidos y datos de usuarios estadounidenses del Gobierno chino.

Comparecerá en el Parlamento

La semana que viene sus ejecutivos tendrán la oportunidad de explicárselo al Comité de Comercio y Energía de la Cámara Baja, que interrogará a su jefe Ejecutivo, Shou Zi Chew. Según la empresa, el 60% de sus acciones están en manos de inversores globales, mientras el 20% está en manos de sus empleados y otro 20% en las de sus fundadores.

La participación del Gobierno chino sería mínima, pero tendría potencialmente poder para forzar a la empresa a darle acceso a sus datos. De ahí que el comité sobre inversiones extranjeras en Estados Unidos (Cifus, por sus siglas en inglés), una agencia intergubernamental que preside la secretaria del Tesoro e incluye entre sus representantes al Pentágono y al Departamento de Comercio, diera "recientemente" este ultimátum a ByteDance, del que nadie en el Ejecutivo de Washington ha querido dar detalles públicamente.

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