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El carguero ruso Progress sufre una pérdida de hermetismo en la estación espacial

"Nada amenaza la vida y salud de la tripulación. Su estado de ánimo es bueno", agrega la agencia espacial rusa en una nota.

El carguero Progress MS-21 tuvo "una despresurización".
El carguero Progress MS-21 tuvo "una despresurización".
Twitter/@FronteraSpacial

El carguero ruso Progress MS-21, que está acoplado a la Estación Espacial Internacional (EEI), sufre una pérdida de hermetismo, que no amenaza la vida de los inquilinos de la plataforma orbital, informó hoy la agencia espacial rusa, Roscosmos.

"La escotilla de la nave está cerrada, así que la Progress MS-21 está aislada del resto de la EEI. La temperatura y presión abordo de la estación está dentro de la norma", señala el comunicado de Roscosmos.

La nota agrega: "Nada amenaza la vida y salud de la tripulación. Su estado de ánimo es bueno".

El Centro de Control de Vuelos ruso detectó la pérdida de hermetismo al recibir los datos de telemetría del carguero, que debía ser hundido en el océano Pacífico el 18 de febrero, planes que siguen en marcha, según la agencia espacial rusa.

Roscosmos recalca que en estos momentos se están analizando las causas del problema.

La Progress MS-21 se acopló al ingenio espacial en octubre del pasado año para llevar a los astronautas 2,5 toneladas de agua, combustible y alimentos.

Este problema fue anunciado por Moscú poco después de que el sábado se acoplara con éxito a la EEI la Progress MS-22, que permanecerá durante más de seis meses en la plataforma orbital.

Roscomos informó este sábado de que éste había sido el exitoso lanzamiento espacial número cien efectuado por la agencia rusa desde octubre de 2018.

En diciembre pasado Roscosmos tuvo que cancelar una caminata espacial de los cosmonautas rusos debido a un problema en el radiador de la nave tripulada Soyuz MS-22, que aún no ha podido ser reparado.

En la EEI trabaja ahora la tripulación número 68, compuesta por siete personas: los rusos Serguéi Prokopiev, Dmitri Petelin y Anna Kíkina; los astronautas de la Nasa Francisco Rubio, Nicole Mann y Josh Cassada, y el japonés Koichi Wakata.

Las Progress MS fueron creadas sobre la base de las naves tripuladas soviéticas Soyuz por la empresa espacial Energuia, con el fin de transportar cargas a las estaciones orbitales y servir también para la corrección de sus órbitas.

La última corrección de este tipo se llevó a cabo el pasado 3 de febrero con ayuda de la nave Progress MS-20, que elevó en 2,4 kilómetros la órbita de la EEI para garantizar el descenso adecuado de esta nave.

Anteriormente la Progress MS-20 también llevó a cabo maniobras para permitir a la EEI eludir un impacto de basura espacial.

El pasado 7 de febrero la Progress MS-20 se separó de la EEI y tras su salida de la órbita fue hundida en el océano Pacífico

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