Los demócratas acarician el Senado y los republicanos insinúan un fraude electoral

El exastronauta Mike Kelly se impone en votos al trumpista Blake Masters mientras el reñido recuento en Nevada se inclina a favor del partido de Biden.

Combo de imágenes de Biden y Trump en sendas comparecencias este miércoles
Combo de imágenes de Biden y Trump en sendas comparecencias este miércoles
Agencias

El Partido Demócrata ve más cercano el control del Senado tras haber conseguido este sábado el escaño por Arizona y aproximarse al triunfo en Nevada. Con 49 representantes, necesita solo uno de los dos asientos que todavía siguen en liza. Éste último, donde Catherine Cortez ha conseguido neutralizar la escasa ventaja del republicano Adam Laxat, y Georgia, abocado a una segunda vuelta el 6 de diciembre debido al empate técnico entre los dos aspirantes.

La contienda en Arizona se ha resuelto más rápido de lo que se esperaba gracias al tirón este sábado en el recuento del exastronauta Mark Kelly sobre el conservador Blake Masters, un inversor de capitales que era la baza del expresidente Donald Trump para hacerse con el escaño al Senado en este territorio. Kelly ganó cuando todavía no se había terminado de contabilizar el medio millón largo de papeletas que quedaban por revisar en este Estado.

Sin embargo, su ventaja sobre su rival (seis puntos) era ya insalvable. El nuevo senador tiene un hermano gemelo, también astronauta retirado, y los dos fueron protagonistas en 2019 de un novedoso estudio de la NASA para evaluar qué cambios moleculares, congnitivos y fisiológicos podía causar la estancia en el espacio de dos personas con idéntica composición genética.

Los analistas pronosticaban un fin de semana de infarto y parece camino de cumplirse. Los nervios en las direcciones de ambos partidos han crecido a medida que afloran los resultados en Nevada. Si ganan, a los demócratas ya no les será necesario esperar a la ronda de diciembre en Georgia. Es más, podrían abordar esta segunda vuelta con la ilusión de que, en caso de conseguir esta plaza, y por lo tanto, sumar 52 senadores, Joe Biden se convertiría en el primer presidente que mejora los resultados en la Cámara Alta en unas elecciones intermedias.

Ahora bien, si la victoria es republicana, ambas formaciones quedarán empatadas a 49 escaños y todo se disputará en ese último Estado en el pulso entre el demócrata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker. Este fin de semana, las dos formaciones juegan la prórroga y de lo que suceda se verá si acaban en la ronda de penaltíes.

El escrutinio estaba este sábado por la anoche a más del 90% en este Estado. No había un finalista claro dado el estrecho margen de sufragios que separaba a los candidatos, pero si era destacable cómo Catherine Cortez había neutralizado la ventaja de 900 sufragios que tenía Laxat este sábado a mediodía. Mínima si se tiene en cuenta que cada uno rondaba el medio millón de apoyos. A esa hora quedaban por abrir 68.000 sobres, todos ellos correspondientes al voto postal.

Entre las zonas en litigio figuraban Las Vegas y Reno,. Por regla habitual, son dos plazas donde ganan los demócratas, sobre todo en el condado de la capital del juego. El partido liderado por Joe Biden aguardaba con impaciencia el veredicto de la comunidad latina. Hasta ahora, el 69% de los hispanos se ha decantado por Catherine Cortez. Tradicionalmente, el voto anticipado es favorable también a los demócratas.

La hora de sembrar dudas

El Partido Republicano se encuentra especialmente preocupado, ya que sus pronósticos le daban como líder en el Senado. Las cosas tampoco van a su gusto en las elecciones al Congreso. El margen se ha estrechado a medida que avanzan los recuentos y este sábado los conservadores mantenían una ventaja escasa en la Cámara de Representantes.

Donald Trump todavía se ve como el líder que ya no es. Habla de éxitos donde los demás aprecian fracasos. En su línea, huye para adelante. El magnate advirtió este sábado en su red social que baraja impugnar las elecciones. Si no todas, sí al menos la del Senado en Arizona, donde los republicanos confiaban en una holgada victoria. La campaña de Blake Masters, financiada por un donante multimillonario, ha costado nada menos que 15 millones de dólares. Y él candidato se ha convertido, sin embargo, en una extraña pesadilla. Varios líderes del partido le ponen hoy como ejemplo de aspirante "deficiente" cuyo único mérito ha sido explicar a todo el que ha querido escucharle que a Trump le robaron las elecciones y debería ser el presidente legítimo de Estados Unidos.

El líder republicano calificó este sábado a los empleados electorales de Arizona de "idiotas y posiblemente corruptos". Les acusó de haber «perdido el control» de unos comicios que consideró "contaminados" y exigió repetir las elecciones. Otros dirigentes conservadores se sumaron a la labor de difundir insinuaciones de fraude por la lentitud en el recuento en condados como Maricopa o las averías de varias máquinas de votación. En privado, asumen que los resultados evidencian múltiples errores internos que les han llevado a perder la gran y deseada victoria institucional.

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