La nueva legislatura se inicia en Italia con la elección de un nostálgico del fascismo como presidente del Senado

El reparto de altos cargos en el Parlamento y en el Gobierno provoca los primeros roces entre los partidos del bloque conservador que lidera la primera ministra 'in pectore', Giorgia Meloni.

Ignazio La Russa elected as new President of the Italian Senate
Ignazio La Russa, nuevo presidente del Senado italiano
ALESSANDRO DI MEO

Tras la amplia victoria del bloque conservador en las elecciones generales del pasado 25 de septiembre, la nueva legislatura echó a andar este jueves en Italia con la elección como nuevo presidente del Senado de Ignazio La Russa, uno de los fundadores de Fratelli d'Italia (FdI, Hermanos de Italia), junto a Giorgia Meloni, quien está llamada a liderar el nuevo Gobierno de Roma. No obstante, antes de agarrar las riendas del poder tendrá que terminar de negociar el reparto de los puestos claves del próximo Ejecutivo con sus socios, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi. No será una tarea sencilla.

Que todavía queda mucho por aclarar entre las tres fuerzas políticas quedó de manifiesto en el resultado obtenido por La Russa en la Cámara Alta. Fue elegido gracias a que consiguió algunos votos inesperados de la oposición, probablemente de parte del bloque centrista, ya que no logró el apoyo de 16 senadores de Forza Italia, que optaron por la abstención como elemento de presión a Meloni en las negociaciones para formar Gobierno. Aunque de puertas hacia afuera los líderes de los tres partidos aseguran que no existen grandes diferencias entre ellos, no les está resultando nada fácil ponerse de acuerdo para repartirse los Ministerios. La mayoría de ellos estarán ocupados por miembros de FdI, que obtuvo un 24% en los comicios, pero ni Salvini ni Berlusconi se resignan a que sus fuerzas políticas, que se quedaron en un 8% cada una, sean unas meras comparsas en el futuro Gabinete.

Nostálgicos de Mussolini

"Gracias a quienes me han votado. Y también a quienes no lo han hecho", dijo Ignazio La Russa con sorna cuando se supo el resultado de la moción. Este parlamentario de voz cazallera es un veterano de la política italiana que ya ejerció la vicepresidencia del Senado en la anterior legislatura. En una de las últimas ocasiones en las que tuvo que presidir una sesión, no tuvo empacho en ponerse a leer 'La Gazzetta dello Sport', el principal diario deportivo del país, mientras se sucedían las intervenciones de los senadores. Ministro de Defensa durante el último Gobierno de Silvio Berlusconi (2008-2011), La Russa llega al cargo institucional más importante de Italia tras el del presidente de la República después de haber militado durante su juventud en el partido neofascista MSI, fundado por los nostálgicos de Benito Mussolini tras la Segunda Guerra Mundial.

Resultaba llamativo verle este jueves regalándole un ramo de flores a la senadora vitalicia Liliana Segre, una nonagenaria que sobrevivió a la barbarie de las leyes raciales impulsadas por el 'Duce'; más aún con el recuerdo tan fresco de la escena protagonizada por el hermano de La Russa, Romano, que es consejero regional en Lombardía y que recientemente hizo el saludo nazi durante un funeral. El nuevo presidente del Senado tampoco oculta su admiración por aquel período histórico y tiene en su casa numerosas figuras que representan a Mussolini. Meloni, que durante toda la campaña ha tratado de dejar en sombra el origen neofascista de su formación, celebró su elección definiéndole como un "patriota".

Tras las tres votaciones infructuosas de este jueves, está previsto que este viernes tenga lugar la proclamación del presidente de la Cámara de los Diputados, un cargo que podría recaer en un dirigente de la Liga.

Berlusconi vuelve al Senado nueve años después

Silvio Berlusconi vuelve al Senado, de donde fue expulsado en 2013 tras haber sido condenado por evasión fiscal. El líder de Forza Italia, uno de los partidos que forma parte de la coalición conservadora junto a Fratelli d'Italia (FdI, Hermanos de Italia) y la Liga, se resiste a retirarse de la política, aunque sus 86 años le pesan y tuvo que ayudarse de algunos asistentes para caminar por los pasillos de la Cámara Alta.

En este arranque de nueva legislatura, Berlusconi protagonizó una de las imágenes de la jornada por la discusión que mantuvo en el aula con el nuevo presidente del Senado, Ignazio La Russa, uno de los pesos pesados de FdI, el partido de Giorgia Meloni. El magnate acabó su charla con La Russa con un "vaffanculo" que registraron las cámaras de televisión. Su reacción pudo deberse a lo dificultosas que están resultando las negociaciones dentro del bloque conservador para repartirse los cargos clave del próximo Ejecutivo.

Berlusconi lleva días presionando para que ocupe un Ministerio de peso Licia Ronzulli, una de las dirigentes que más estima de su partido, pero parece que se ha topado con el 'no' de Meloni. "No está bien, porque no se deben poner vetos", comentó al salir del Senado.

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