Las vergüenzas de Trump, al descubierto

Un nuevo libro ridiculiza el mandato del expresidente: desde retretes atascado con papeles clasificados a confundir a demócratas con camareros.

El expresidente de EE. UU. Donald Trump.
El expresidente de EE. UU. Donald Trump.
JUSTIN LANE

Cuando se habla de Donald Trump, la realidad supera a la ficción. Una nueva biografía desvela extraordinarias revelaciones del expresidente de EE UU. La periodista de 'The New York Times' Maggie Haberman es la autora de este libro en el que queda retratado.

Haberman ha seguido durante dos décadas la trayectoria de Trump. Ha mantenido tres encuentros personales con él mientras preparaba la obra, titulada 'Confidence Man: The Making of Donald Trump and the Breaking of America', y se ha entrevistado con más de 200 personas de su entorno más cercano. A lo largo del volumen, la periodista hace varias revelaciones entre sorprendentes y vergonzantes que, por supuesto, Trump desmiente.

Destrucción de documentos

El 8 de agosto, el FBI registró la mansión de Trump en Mar-a-Lago, Florida. Buscaba material clasificado. Los agentes hallaron documentos, pero quizá les hubiera venido bien contratar a un fontanero que revisase las cañerías de la Casa Blanca. Según revela Haberman, los retretes de la residencia oficial se atascaban con frecuencia. ¿La razón? A Trump le gustaba usarlos como destructor de documentos oficiales. Una actitud que, además de incívica y poco ecológica, contradice la Ley de Registros Presidenciales.

Miedo a morirse de covid

Trump era uno de los principales negacionistas de la pandemia. No le gustaba que nadie se la tomara en serio. Hasta que el 2 de octubre de 2020 dio positivo en covid. El virus atacó sus pulmones y su situación llegó a ser grave. Trump se preocupó e, incluso, empezó a temer por su vida. Su jefe de gabinete adjunto comenzó a preparar el protocolo por si los poderes debían ser trasladados al vicepresidente.

Quiso despedir a su hija

Nadie se escapa a la ira de Trump. Ni su familia. El presidente contrató a su hija Ivanka y a su yerno, Jared Kushner, como asesores cuando llegó a la Casa Blanca. Y le acompañaron hasta el final del mandato. Sin embargo, la relación no siempre fue buena. La tensión llegó a tal punto que estuvo a punto de despedir a la pareja. Su jefe de gabinete, John Kelly, y el consejero Don McGahn lograron frenar su impulso.

Vejaciones a empleados

Haberman desvela que Trump, en su toma de posesión, en 2017, confundió a un grupo de empleados de legisladores demócratas con camareros. Les pidió canapés y bebidas. La periodista asegura que también hizo comentarios hirientes sobre los trabajadores del senador Chuck Schumer y de la representante Nancy Pelosi.

Bombas contra la droga

¿Bombas contra los cárteles de la droga en México? Esa fue una de las órdenes que dio el presidente. Afortunadamente, no se cumplió. Lo peor es que la idea fue fruto de una confusión. Todo ocurrió cuando se presentó en su despacho Brett Giroir, un funcionario de salud pública con cargo de almirante. Llegó con su uniforme de gala y Trump le confundió con un militar, así que cuando Giroir dijo que las instalaciones donde se hacen drogas ilegales en México era un "blanco", le replicó que las bombardease.

Teoría de la conspiración

A Donald Trump le sentó muy mal perder las elecciones de 2020. Amenazó con impugnar los comicios y le pidió ayuda a su abogado personal, Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York. "Bien, Rudy, tú estás al mando. Haz locuras, haz lo que quieras. No me importa", le habría espetado.

Declaración de impuestos

En EE UU, todos los presidentes han publicado sus declaraciones de impuestos voluntariamente. Trump rompió esa tradición. "Mis impuestos están bajo auditoría, siempre me auditan. Así que podría decir: 'Los publicaré cuando ya no esté bajo auditoría'. Porque nunca dejaré de estarlo", habría dicho a sus asesores.

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