China dio inicio hoy el período de vacaciones conocido como la "semana dorada", que comienza el 1 de octubre, Día Nacional de China, fecha en la que se conmemora el aniversario de la proclamación de la República Popular China en 1949.

El presidente del país, Xi Jinping, que se halla a escasas dos semanas del comienzo del 20º congreso del Partido Comunista de China (PCCh) en el que se espera sea reelegido para un tercer mandato inédito entre sus predecesores cercanos, participó ayer, como suele ser costumbre todos los años, en un acto de homenaje a los caídos en la plaza de Tiananmen situada en Pekín.

El Consejo de Estado, por su parte, también con Xi presente, celebró una recepción en el Gran Salón del Pueblo, ubicado al lado de la céntrica plaza, con motivo de la efeméride a la que asistieron alrededor de 500 invitados entre los que se encontraban representantes diplomáticos de otros países.

Estas fechas suelen ser de las más populares para el turismo en el gigante asiático, pero este año, al igual que los dos anteriores, la mayoría de los viajeros chinos tendrá que conformarse con desplazarse dentro de China dadas las restricciones de entrada al país.

Además, las autoridades chinas pidieron el mes pasado que los ciudadanos limiten sus desplazamientos hasta finales de octubre, período que incluye la semana vacacional más importante del año para el sector turístico doméstico y el próximo congreso del PCCh.

China ha estado aumentando las pruebas PCR en los terminales de llegadas de los aeropuertos y las estaciones de tren antes del comienzo de la semana de vacaciones por la fiesta nacional, tras varios positivos por covid detectados mediante pruebas de ácido nucleico in situ a la llegada de viajeros desde distintas ciudades.

El Ministerio de Transporte de China estima que se realizarán unos 210 millones de viajes por carretera durante el feriado, un 30 % menos que en la misma época del año pasado.

También se espera que los viajes en tren en el país experimenten una caída del 50 %, con unos 68,5 millones de pasajeros entre el 28 de septiembre y el 8 de octubre, según la cadena de televisión estatal CGTN.

El país asiático ha sufrido en los últimos meses oleadas de rebrotes atribuidas a la variante ómicron que han provocado cifras récord de contagios no vistas desde el inicio de la pandemia en la primera mitad de 2020, que se saldaron con el confinamiento total o parcial de grandes ciudades como Shanghái (este), Chengdu (centro) y un considerable impacto económico.

Las autoridades sanitarias del gigante asiático reiteraron el mes pasado que la estrategia es "la más económica y científica" para el país porque "detecta rápidamente nuevos contagios y contiene la propagación al menor costo y lo antes posible".

Según las cuentas oficiales chinas, desde el inicio de la pandemia se infectaron 250.621 personas en el país y fallecieron 5.226, aunque la cifra total de infectados excluye a los asintomáticos. E