Giorgia Meloni preocupa a Europa

Más que el pasado fascista de esta ultraderechista, favorita a ganas las elecciones italianas, la UE cuestiona su euroescepticismo.

Meloni, en un acto de campaña en Milán.
Meloni, en un acto de campaña en Milán.
FLAVIO LO SCALZO/Reuters

Mucho más que su pasado fascista, lo que más preocupa a los europeístas de la líder ultraderechista Giorgia Meloni, la gran favorita para imponerse en las elecciones italianas, es su relación con la Unión Europea (UE), aunque durante la campaña electoral haya moderado su discurso euroescéptico.

Las fuertes críticas a la UE de Meloni -a la que acusa de estar centrada en el eje popular-socialista-, así como su oposición al Gobierno del europeísta Mario Draghi y sus recetas económicas, e incluso últimamente la petición de revisión del plan de Recuperación para gestionar los extraordinarios fondos europeos, han desatado preocupación en Europa.

Y el último voto en Europa, junto con su socio ultraderechista Matteo Salvini, contra la resolución que afirmaba que Hungría no era una democracia, volvió a desatar las alarmas.

Sin embargo, y aunque estos gestos siguen preocupando, muchos analistas coinciden en que Meloni no pretende encasillarse en el esquema de "soberanismo euroescéptico" sino que intenta convertirse en un ejemplo de "partido conservador" a la italiana, como ha demostrado con su rechazo a la Rusia de Vladímir Putin, la aprobación del envío de armas a Ucrania y un declarado atlantismo.

Por no hablar de su oposición a una desviación del gasto público para financiar ayudas contra el encarecimiento de la energía, algo que es muy bien visto en Europa.

"Italia siempre se mueve al filo de la navaja, a un paso de una crisis de deuda. Hasta ahora se ha evitado por el apoyo de las instituciones europeas, por lo que el principal reto será mantener la relación de confianza con Bruselas, con Francia y Alemania, así como con el BCE", explica Damiano Palano, profesor titular de Filosofía Política y director del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, de Milán.

Palano añade que el primer compromiso del próximo gobierno -independientemente de quien lo forme- será conseguir el apoyo de las instituciones europeas y para ello "será casi inevitable abandonar las actitudes escépticas hacia Bruselas y sus principales socios".

Pero más allá de la metamorfosis de la líder de Hermanos de Italia, "las instituciones de la UE y la mayoría de sus miembros miran con preocupación la hipótesis de un gobierno liderado por Meloni", según el experto, que describe lo que hay detrás de este cambio de fachada.

"Criticó duramente las bases del Tratado de Maastricht, durante un tiempo planteó la hipótesis de la disolución de la eurozona y el retorno a las monedas nacionales, expresó su cercanía al gobierno de Viktor Orbán, especialmente en lo que se refiere a la defensa de la tradición y las identidades nacionales, y durante la pandemia estuvo cerca de los círculos antivacunas, o al menos apoyó algunas de sus afirmaciones".

Según Palano, "nadie en Europa (pero ni siquiera en Italia) sabe si Giorgia Meloni, como primera ministra, se parecerá más a la responsable, europeísta, atlantista de los últimos meses, o la antisistema, eurocrítica y soberanista de los diez años anteriores".

Socio creíble

Para Francesco Saraceno, profesor de Macroeconomía Europea en la Sciences Po de París y la universidad Luiss de Roma, "Italia tendrá un gobierno con componentes euroescépticos muy fuertes y el desafío será convertirse en un socio creíble en Europa y no ser percibido como un aliado de Orbán, sino como un país con el que se puede contar para hacer las reformas que la UE necesita".

Saraceno coincide en que "Meloni se está moviendo en esta dirección" y prueba de ello "es que en toda la campaña electoral no ha criticado a Draghi".

Para este profesor, será importante ver "quién será el ministro de Economía en el próximo gobierno" y el llamamiento de Giulio Tremonti, ya titular de las Finanzas de los gobiernos de Silvio Berlusconi, a las filas de Hermanos de Italia es una señal.

"Europa no teme un gobierno conservador o un partido con un pasado fascista, lo que teme es un gobierno euroescéptico, y entre las filas de esta derecha hay activos que siguen pensando en la salida del euro", apunta el experto.

La transformación de Meloni es "fascinante" porque de ser el partido "más extremista de la coalición, se ha colocado como una garante, que lanza el mensaje: no os preocupéis de que esté la Liga en el Gobierno porque lo controlaremos", concluye.

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