Bruselas plantea aire acondicionado a 25 grados y calefacción a 19 para ahorrar consumo de gas

La Comisión Europea prepara una batería de medidas ante un posible corte de suministro por parte de Rusia

Aire acondicionado
Ilustración de un aparato de aire acondicionado, en una imgen de archivo.
Pixabay

Aumenta el nerviosismo europeo ante un posible corte de gas por parte de Rusia. Las reservas europeas "se van llenando a buen ritmo", según aseguró este jueves el comisario de economía Paolo Gentiloni, pero la Unión Europea aún está lejos de poder desconectarse completamente del suministro de Moscú.

Tras el corte de gas a Bulgaria y Polonia y la reducción del abastecimiento a Holanda, Alemania y Austria, el mayor miedo de Bruselas es que Rusia corte unilateralmente los lazos con el continente antes del invierno. Por ello, según adelanta 'El País', la Comisión Europea se plantea comenzar a ahorrar energía este verano, con un plan con el que reclama limitar el aire acondicionado a 25 grados y la calefacción a 19.

El plan, que se presentaría el próximo miércoles en Bruselas, prevé ayudas para parar la industria, medidas para los hogares y apuesta por la nuclear y las renovables. Las medidas europeas giran sobre la idea que ya planteó el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, en marzo cuando pidió a los europeos que bajaran la calefacción. "Corten el gas en sus casas, disminuyan la dependencia de quien ataca a Ucrania", reclamó durante una comparecencia ante el Parlamento Europeo.

El aumento de la eficiencia energética es uno de los pilares sobre los que se sostiene el plan REPowerEU, cuyo objetivo es reducir la dependencia energética europea. La Unión Europea importa el 90% del gas que consume y el 40% proviene de Moscú. Sin embargo, los Veintisiete esperan reducir en dos tercios su dependencia para final de año, a través de la importación de gas natural licuado (GNL) de países como Estados Unidos y del impulso de las renovables. Esta es la gran baza europea a largo plazo.

Emergencia energética

A corto y medio plazo, sin embargo, el ahorro de energía es fundamental y Bruselas plantea comenzar ya, prohibiendo que el termostato de los edificios públicos o centros comerciales baje de 25 grados este verano. Incluye también la posible subasta de capacidades de gas para que la industria reduzca temporalmente su producción, en el que sería el paso previo a declarar una situación de emergencia energética. A día de hoy, un corte de Rusia dejaría las reservas de almacenamiento europeas al 65% de su capacidad, lejos del 80% marcado como objetivo por la UE para iniciar el invierno.

Alemania ha sido el primer Estado miembro en preparar un plan de emergencia de este tipo. Con una caída del suministro del 60% y la amenaza de nuevos cortes del gasoducto Nord Stream, Berlín activó en junio la segunda fase de su plan. El país se encuentra en "alarma" energética y el Gobierno alemán ha elevado la vigilancia del consumo energético. En la tercera fase, se plantea racionar el gas, dando prioridad a la actividad de ciertos sectores industriales sobre otros. 

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