UCRANIA

Rusia destruye las reservas de armas enviadas por Occidente en Ucrania

Las tropas de Kiev siguen en la planta química de Severodonetsk, «bombardeada durante horas», afirma el gobernador de la región.

Mariupol Drama Theater starts rehearsals
Tropas rusas en Mariupol
SERGEI ILNITSKY

Tras el llamado de Ucrania para pedir armas a Occidente porque su Ejército comenzaba a quedarse sin municiones, Rusia arremetió este domingo contra una de las reservas que le quedan. Las tropas del Kremlin destruyeron un depósito de armas suministradas por Estados Unidos y otros países europeos en el oeste del territorio invadido, una zona que se ha mantenido hasta ahora relativamente al margen de la contienda. El ministerio de Defensa ruso indicó que el bombardeo contra Chortkov destrozó un «gran almacén de sistemas de misiles antitanque, sistemas portátiles de defensa antiaérea y obuses».

El gobernador local, Volodímir Trush, señaló, sin embargo, que los «cuatro misiles» disparados desde el mar Negro destruyeron «parcialmente» una instalación militar y varios edificios de viviendas, dejando veintidós heridos, entre ellos dos niños, que fueron rescatados de los escombros. «Afortunadamente, nadie murió», suspiró Trush. La detonación dañó un gasoducto de la urbe, a 140 kilómetros de la frontera con Rumanía, y produjo un incendio.

Moscú embistió contra otros objetivos en la última jornada. Tal y como informó el portavoz del Ejército ruso, Igor Konashenkov, se destruyó un sistema de misiles antiaéreos Buk-M1 en Barvenkovo (Járkov), una estación de radar en Sloviansk (Donetsk) y dos baterías de sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple en Zvanovka (Lugansk) y Zakotnoe (Donetsk). «Las fuerzas de misiles y la artillería han alcanzado 248 objetivos con equipo militar de las Fuerzas Armadas de Kiev, 21 puestos de mando, así como 37 posiciones de tiro de las unidades de artillería ucranianas», detalló el funcionario, quien afirmó que en las últimas horas sus ataques acabaron con la vida de al menos 320 combatientes ucranianos.

Por otra parte, la situación de Severodonetsk es «extremadamente difícil» después de que el Kremlin destruyera otro puente en un «intenso bombardeo», manifestó el gobernador de la región, Serguéi Gaidai, quien aseguró que esta estrategia busca dejar aislada a la ciudad. En uno de estos ataques murió también un brigadista británico. La familia de Jordan Gatley, que dejó el Ejército en marzo y fue a Kiev «después de haberlo considerado cuidadosamente», informó que su «héroe» murió por disparos.

Epicentro de la confrontación

En este asentamiento, el epicentro de la confrontación del Donbás, la defensa ucraniana está atrincherada en la planta química de Azot, que «está siendo bombardeada poderosamente durante horas», afirmó Gaidai, para quien aún «no es posible ninguna evacuación» porque aunque todavía hay médicos en el hospital y suministros de combustible, agua y medicinas, «es imposible que la ambulancia funcione».

Al contrario, la versión rusa aporta una visión distinta. El embajador de Rusia en la autoproclamada república de Lugansk, Rodion Miroshnik, aseguró que ayer comenzó la salida de los 500 civiles que permanecen en las instalaciones para después ser «recibidos y llevados a un lugar seguro por los combatientes de las tropas aliadas».

Mientras, las fuerzas ucranianas logran poco a poco detener el avance ruso en otras zonas del país. Así lo indicó ayer el presidente, Volodímir Zelenski, cuyo Ejército está «liberando gradualmente» los asentamientos de la región de Jersón, donde Rusia planeaba realizar un «referéndum falso» sobre la anexión de la región.

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