Rusia bombardea Kiev tras un mes de calma y Putin avisa de nuevos objetivos

Responde al refuerzo con misiles de EE UU horas después de la sacudida a la capital ucraniana, sin ataques desde el 28 de abril.

Bomberos apagan el fuego en una planta atacada por un misil en la zona de Kiev UKRAINE RUSSIA CONFLICT
Bomberos apagan el fuego en una planta atacada por un misil en la zona de Kiev UKRAINE RUSSIA CONFLICT
OLEG PETRASYUK

Una sucesión de explosiones, la estridencia de las sirenas y la estela de densas nubes de humo negro en el cielo. Los sobresaltos volvieron a Kiev en forma de misiles rusos. Hacía más de un mes que la capital ucraniana no estaba sometida directamente a la tensión de los ataques del invasor. Pero en la madrugada del domingo volvía a recibir su sacudida -aunque sin causar víctimas mortales-, desde aviones bombardero Túpolev Tu-95 que sobrevolaban el área del mar Caspio, según la información facilitada por las autoridades locales.

La agresión se producía cuando Ucrania parece estar recuperando terreno en Severodonetsk, la ciudad que daría la llave para la conquista de todo Lugansk al Ejército del Kremlin -o, al menos, ralentizando las incursiones que, hasta el fin de semana, parecían aplastantes-. Y coincidiendo con el aviso que Vladímir Putin lanzaba en una entrevista televisada sobre las consecuencias para Occidente de suministrar cohetes de largo alcance al Gobierno de Volodímir Zelenski.

Los proyectiles de este domingo impactaban a eso de las seis de la madrugada al norte de la capital. "Una persona herida fue hospitalizada. Los servicios continúan funcionando en las zonas afectadas", aseguraban desde el Estado Mayor General de Ucrania, que cuantificó en cinco su número, aunque precisando que había conseguido interceptar uno que sobrevolaba el distrito de Obujov. A partir de ahí mensajes y contramensajes. Mientras las autoridades locales aseguraron que el objetivo que se buscaba era causar importantes daños en la línea ferroviaria -planteando incluso como detalle inquietante que algún cohete había sobrevolado muy cerca de instalaciones nucleares-, Moscú enfatizaba un supuesto acierto quirúrgico.

Su Ministerio de Defensa se felicitaba por haber conseguido destruir un número indeterminado de tanques T-72 y otros vehículos blindados que fueron entregados como refuerzo a Ucrania desde varios países del este de Europa y que se encontraban en el interior de una nave destinada a la reparación de vagones de tren.

Kiev no recibía ningún impacto de estas características desde la andanada del pasado 28 de abril -coincidiendo entonces con una visita del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres-. Aquel día uno de los proyectiles golpeó la vivienda de la periodista ucraniana Vira Hyrych causando su muerte.

La vuelta de los misiles a la capital -unida a la intensificación de los combates a pie de calle en el este- se cruzaba con mensajes de choque entre París y Kiev. Emmanuel Macron había vuelto a abogar en una entrevista por "no humillar a Rusia" cuando todo esto acabe. Incluso subrayó el papel mediador que puede jugar Francia en ese momento. Unas palabras que molestaron en Ucrania. Y a las que el ministro de Exteriores Dmytro Kuleba, respondía con inusitada acidez: "Los llamamientos para evitar la humillación de Rusia solo pueden humillar a Francia y a todos los demás países que la piden. Es mejor que todos nos centremos en poner a Rusia en su lugar", añadía.

Un choque verbal que con el paso de las horas quedaría eclipsado por una advertencia de Putin que se difundía horas después de la nueva sacudida a Kiev. Si Ucrania recibe misiles de largo alcance "sacaremos las conclusiones apropiadas y utilizaremos nuestras armas (...) para atacar objetivos que no hemos atacado hasta el momento", declaraba sin ir mucho más allá. Era el extracto de una entrevista que iba a difundir la pasado noche el canal gubernamental Rossiya-1. La oportunidad del mensaje daba para muchas interpretaciones. Pero claramente iba dirigido a Washington, que a principios de esta semana anunció que proporcionaría avanzados cohetes (aunque con un alcance medio limitado) a Ucrania.

En el campo de batalla de sur y este del país, donde el Ejército ruso tiene puesto el foco, al menos tres personas perdieron la vida y cuatro más resultaron heridas de extrema gravedad por un bombardeo ruso en Mikolaiv, según ha denunciado su alcalde, Oleksandr Senkevich. Los combates continúan a pie de calle en la estratégica ciudad de Severodonetsk, donde los contraataques ucranianos habrían conseguido ganar más terreno. Serguei Haidai, gobernador de la provincia de Lugansk, dibujó una ciudad partida en dos, con la zona oriental bajo control del invasor. "La situación aún es muy difícil", subrayaba.

La tesis de la 'reconquista' era avalada este domingo la inteligencia británica que confirmaba que Ucrania "probablemente está atenuando el impulso operativo que las fuerzas rusas habían conseguido adquirir en los días previos" con una mayor concentración de tropas "y su mayor potencia de fuego".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión