Un altercado con una decena de jóvenes, clave para 'cazar' al violador de Igualada

El detenido fue grabado por cámaras de seguridad siguiendo de cerca a la víctima y una denuncia de daños en un vehículo ayudó a su arresto.

El detenido, custodiado por los Mossos
El detenido, Brian R.C.M. , custodiado por los Mossos
Efe

El sospechoso de la brutal violación de una menor en Igualada (Barcelona) el pasado 1 de noviembre participó esa misma noche en un altercado con una decena de jóvenes dañando un vehículo, lo que fue clave para que los Mossos d'Esquadra, que ya tenían imágenes suyas siguiendo a la víctima, le identificaran.

Brian R.C.M., el joven encarcelado acusado de la brutal violación de una menor en Igualada y de intentar asesinarla, fue grabado por cámaras de seguridad siguiendo de cerca a la víctima, de 16 años, que de no haber sido asistida con celeridad tras ser abandonada inconsciente después de la agresión habría muerto, según el juez.

En un comunicado, una vez se ha levantado el secreto de actuaciones, los Mossos han detallado que unos de los elementos clave para poder identificar al sospechoso, de quien ya tenían imágenes siguiendo a la víctima, fue un altercado, grabado por cámaras de seguridad, que protagonizaron once jóvenes la noche del 1 de noviembre en Igualada.

El dueño del vehículo denunció los daños causados, lo que facilitó que la policía catalana, que tras la violación de la menor analizaron todos los incidentes ocurridos aquella noche en Igualada, ataran cabos al visualizar las imágenes, al comprobar que se trataba del mismo sospechoso que habían captado siguiendo a la víctima, pero que no habían podido identificar aún.

De hecho, los Mossos analizaron las imágenes de las cámaras de seguridad de ese incidente con el vehículo y descubrieron que uno de los participantes, que iba encapuchado, llevaba la misma ropa que la persona grabada siguiendo a la víctima minutos antes de la violación.

Pese a que en las imágenes del incidente con el vehículo no se podía reconocer al joven encapuchado, los Mossos sí que confirmaron que se trataba de la misma persona que seguía de cerca a la menor.

En el auto en que el juez acordó enviar a prisión al sospechoso detalla que el incidente con este vehículo ocurrió en una zona próxima a la discoteca Epic, donde la víctima estuvo de fiesta con unas amigas hasta que salió para ir a coger el tren para regresar a su casa, en Vilanova i la Geltrú, aunque en el recorrido fue violada, agredida y dejada abandonada inconsciente en la calle.

Según los Mossos, una vez pudieron determinar que el joven que participó en el altercado con el vehículo era el mismo que ya habían visto siguiendo a la víctima, estudiaron a los once miembros del grupo, lo que, tras un trabajo "minucioso y complejo", permitió identificarlo y descubrir su domicilio.

La de la violación de Igualada fue una investigación muy compleja, de más de cinco meses, en los que la víctima no pudo aportar ningún detalle sobre el agresor -ya que apenas recordaba nada- y no había imágenes directas sobre el lugar donde ocurrieron los hechos ni testigos.

De hecho, los Mossos recopilaron imágenes de 155 cámaras de seguridad de la zona más cercana a los hechos y de su periferia, para hacer un seguimiento de las personas y vehículos durante el tiempo en que se produjo la agresión.

Tras identificar al sospechoso, obtuvieron la autorización judicial para registrar su piso en Igualada, donde encontraron restos de ADN de la víctima en una pieza de ropa, así como la ropa que llevaba el acusado durante los hechos y que se pudo determinar a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad.

Los Mossos también registraron el domicilio de la expareja del detenido en búsqueda de más indicios, entre otros piezas de ropa que el agresor quitó a la víctima, ya que en las imágenes en las que se le vio regresando al centro de Igualada tras la violación llevaba colgando del brazo una pieza que podría ser de la chica.

En la investigación policial han intervenido más de un centenar de agentes de la policía catalana, que rastrearon el entorno personal de la joven y reconstruyeron su recorrido antes de ser agredida, en búsqueda de pistas.

Además, durante la primeras semanas, las gestiones de investigación se centraron en hacer una búsqueda sobre los hechos denunciados el último año en Igualada por exhibicionismo, peleas, agresiones y abusos sexuales y robos violentos.

Paralelamente, dos agentes de la unidad de atención a la víctima han estado en permanente contacto con la joven y su familia, en un seguimiento que se mantendrá hasta que se celebre el juicio, según los Mossos. 

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