Hasta Ucrania con la cinta de la Virgen del Pilar en el coche

Estrella Blázquez es una de las voluntarias de Comunidad Feral que viajó a Ucrania para entregar material para mascotas y humanos recogido también en Zaragoza.

Cinta de la Virgen del Pilar en la furgoneta de voluntarios que fueron a Ucrania.
Cinta de la Virgen del Pilar en la furgoneta de voluntarios que fueron a Ucrania.
C.F.

Tres voluntarios, material humanitario y unas cintas de la Virgen del Pilar en el parasol del copiloto. Estos son los tres ingredientes de la expedición de Comunidad Feral, una entidad de ayuda a mascotas, que llevó hasta el corazón de Ucrania la solidaridad de  los aragoneses.

"Unos chicos contactaron conmigo a través de internet y me pedían ayuda, hicimos un par de videollamadas y decidimos llevarles en mano lo que recogíamos", cuenta Estrella Blázquez, voluntaria de Comunidad Feral -una asociación dedicada al cuidado de gatos- que viajó a Ucrania junto a otros dos compañeros.

Partieron de Madrid e hicieron una parada en Zaragoza. Habían contactado con el colectivo Anastasia y les entregaron materiales para humanos y para mascotas. Como detalle, también les dieron unas cintas de la Virgen del Pilar y Estrella anudó un par en la visera para el sol del coche. Viajaron por España, Francia, Italia, Hungría, Eslovenia, Rumanía, Moldavia... El destino final de los voluntarios era Nikolaev, cerca de Odesa. "Es una ciudad que han bombardeado este domingo pasado y lunes", cuenta Estrella, según lo que le trasladan sus contactos allí.

"Las cintas de la Virgen del Pilar nos han protegido, porque nos podíamos haber metido en un lío gordo"

Sin embargo, antes de cruzar la frontera ucraniana se toparon con un inconveniente: "En Moldavia casi entramos en una pequeña república rusa y nos sellaron el furgón". En el momento de tensión, mientras los soldados les apuntaban, ella miró a las cintas de la Virgen del Pilar y está convencida de que "tuvo su efecto". "Estoy segura. Casi entramos, pero nos dimos la vuelta -incide una y otra vez-. Nos ha protegido, porque nos podíamos haber metido en un lío gordo".

Pasado ese percance, continuaron hasta Ucrania, donde no sintieron una sensación de miedo, pero recuerda controles militares y barricadas en todas las carreteras. "En un control nos dieron chocolates y en otro caramelos", rememora unos días más tarde. Esos mismos soldados estaban al cuidado de canes. “Nos pidieron comida para los perros y les dimos porque llevábamos”, indica Blázquez.

Cuando llegaron a su destino, se abrazaron a Alex, el voluntario de allí, y también les entregaron unas cintas de la bandera de Aragón, de España y otra azul, que agradeció.

"Si tú te pones esto en la mano, te protege"

"En Zaragoza hay una catedral muy grande y ellos son muy devotos de una Virgen, de la Virgen del Pilar", le explicaron a Alex. "Si tú te pones esto en la mano –le contó mientras le anudaba una a la muñeca-, te protege". Estrella y los otros dos voluntarios regresaron tras dos noches en Ucrania, aunque solo durmieron una. "Respiramos al cruzar el Danubio", confiesa al recordar su regreso.

Sigue la recogida para mascotas y personas en Zaragoza

Los zaragozanos de Anastasia entregaron alimentación para mascotas –en especial, perros, gatos y hurones-, medicinas para personas y también recursos higiénicos o pediátricos. Mientras Estrella y los otros dos voluntarios de Comunidad Feral estaban en la misión de Ucrania, en Zaragoza continuaron con la recogida y en un solo día consiguieron casi 900 kilos de comida.

Ahora preparan otro viaje, un camión ucraniano que irá directamente a la cuidad de Bucha. "Nos piden más comida para personas y medicamentos porque la gente acaban de salir de refugios y no hay absolutamente nada", pide David Martínez, voluntario en Zaragoza.

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