Fracasa el refererendo sobre la ley homófoba húngara por la falta de quórum

Un 20 % de las papeletas emitidas no se contabilizaron porque no eran válidas ya que tenían marcas incorrectas o mensajes de protesta.

Una bandera arcoíris, símbolo del colectivo LGTB.
Una bandera arcoíris, símbolo del colectivo LGTB.

El referéndum celebrado el domingo en Hungría sobre la ley que prohíbe hablar de homosexualidad y cambio de género a menores -criticada como homófoba dentro y fuera del país- ha fracasado al no alcanzar el quórum mínimo del 50 % de votos válidos.

Según informó este lunes la Oficina Nacional Electoral, el 44 % de los húngaros emitieron votos válidos a las cuatro preguntas que figuraban en las papeletas, aunque el apoyo al "no" -por el que hizo campaña el Gobierno- ha alcanzado más del 90 % en las papeletas escrutadas.

La aprobación de la ley provocó que la Unión Europea (UE) abriera un procedimiento de infracción contra Hungría, al considerarla homófoba, discriminatoria y contraria a los valores comunitarios.

Con el escrutinio casi completo, con el 98,9 %, el referendo no logrará rebasar el mínimo del 50 % de votos válidos, lo que significa que una importante parte de la población secundó el mensaje de la oposición de boicotear la consulta.

Además de los sufragios válidos, otro 20 % de las papeletas emitidas no se contabilizaron porque no eran válidas ya que tenían marcas incorrectas o mensajes de protesta, tal como demandaron organizaciones a favor de los derechos LGTB y la oposición.

Los votos válidos en este referendo (44 %) suponen 9 puntos porcentuales menos de los obtenidos por el Fidesz, el 53 % del total, en su arrolladora victoria en las elecciones legislativas del domingo, lo que indica que incluso algunos de los simpatizantes de la formación de Orbán han dado la espalda a la consulta.

"El referéndum de propaganda excluyente ha sido inválido. Tenemos por delante un camino largo y difícil, pero juntos lo lograremos. Allí estaremos. Agradecemos a todos los votos inválidos", valoró el resultado "Háttér", la organización de defensa de los derechos LGTB+ más importante de Hungría.

Luca Dudits, parte de la directiva de "Háttér", aseguró a Efe antes del referendo que Orbán tenía una visión homófoba parecida a la del presidente ruso, Vladímir Putin, conocido por sus políticas contra la minoría LGTB.

"Como cuando aseguró que Hungría es tolerante hacia las minorías, pero que hay líneas rojas que no se pueden cruzar", indicó.

La consulta buscaba el refrendo popular a una ley que fue planteada inicialmente para luchar contra los abusos a menores pero a la que el Fidesz, el partido de Orbán, vinculó con la pederastia y agregó la prohibición de hablar a los menores de homosexualidad o cambio de género.

Que el referendo no sea válido no afecta a la continuidad de la normativa, que está actualmente en vigor y el Gobierno, por el momento, no se plantea modificar.

El referendo contenía cuatro preguntas redactadas de tal forma que hacía difícil que buena parte de los húngaros se opusieran.

"¿Apoya usted que en los centros de educación pública se realicen charlas sobre orientaciones sexuales sin el consentimiento de los padres?" y "¿apoya usted la promoción de terapias de cambio de sexo en menores de edad?", eran dos de las preguntas.

A ellas se sumaba otra sobre permitir la difusión "sin control" de contenidos sexuales que "puedan influir en el desarrollo de los menores" y una cuarta sobre informar en los medios de comunicación a los niños sobre el cambio de sexo.

El Consejo de Europa había calificado las preguntas de "ambiguas y engañosas".

El Gobierno, que pidió a los húngaros que contestaran "no" a todo, aseguró que sólo quiere defender a los menores de edad de lo que considera un intento de la UE de divulgar ideas sobre cambio de sexo o sexualidad en los colegios.

La consulta se celebró junto a las elecciones generales en las que Orbán sumó un cuarto mandato consecutivo con una mayoría absoluta de dos tercios del parlamento.

Orbán introdujo en 2011 en la nueva Constitución húngara la definición del matrimonio como la unión exclusiva de un hombre y una mujer. Posteriormente, vetó tanto el registro de cambio de nombres de los transexuales, como la adopción por parte de las parejas del mismo sexo.

Según distintos estudios, la sociedad húngara es cada vez más tolerante con los homosexuales y la mayoría apoya el matrimonio de personas del mismo sexo o el reconocimiento legal del cambio de género y sexo

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