Conmoción internacional y más sanciones contra Rusia tras la "masacre" de Bucha

Occidente califica de "crímenes de guerra" las atrocidades en la ciudad ucraniana y la Unión Europea evaluará este lunes una nueva tanda de medidas de castigo. 

El cadáver de un civil maniatado, en una calle de Bucha (Ucrania).
El cadáver de un civil maniatado, en una calle de Bucha (Ucrania).
ZOHRA BENSEMRA/Reuters

Imágenes apocalípticas que generan conmoción y rabia. Atrocidades que Europa no vivía en décadas. El reguero de cuerpos sin vida en las calles y las inhumaciones en fosas comunes de civiles en Bucha sacuden conciencias y han desencadenado una reacción internacional de condena en la que se exige verificar los «crímenes de guerra» cometidos por las tropas invasoras en su retirada de la región de Kiev. Rusia «responderá por sus crímenes», amenazó el presidente Emmanuel Macron, que la pasada semana mantenía otra frustrante conversación telefónica con Vladímir Putin.

El francés juzgó de «insoportable» la masacre. Y con él otros líderes europeos como el canciller alemán, Olaf Scholz, que exigió que organizaciones independientes como el Comité Internacional de la Cruz Roja tengan acceso a las regiones afectadas por esos excesos atribuidos a las tropas rusas «para documentarlos minuciosamente». «Los culpables y quienes lo ordenaron deben rendir consecuentemente cuentas». En este sentido, la organización de Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) solicitaba una «exhumación profesional» en Bucha para facilitar esa investigación. El asesor Fred Abrahams dijo que siendo «comprensible» que «las familias y autoridades quieren volver a enterrarlos rápidamente» se «podrían destruir pruebas».

Desde las instituciones europeas condenas sin ambages. Y un recrudecimiento de las sanciones en ciernes contra el Kremlin por esas «atrocidades». El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se confesó «consternado por las espantosas imágenes». Y desde Berlín, el ministro de Finanzas, Christian Lindler, figura clave en la coalición de gobierno, dio el paso de convocar hoy a los aliados europeos «para ver como podemos endurecer aún más las sanciones contra Vladímir Putin». Sería el quinto paquete de castigo desde que se produjo la embestida rusa, el 24 de febrero.

Por su parte, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, señaló que ninguna desinformación por parte del Kremlin puede ocultar la verdad, que el presidente ruso "está desesperado, su invasión está fracasando y la determinación de Ucrania nunca ha sido más fuerte", según una declaración divulgada por su despecho oficial de Downing Street.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, mostró a través de las redes sociales su "horror, dolor e indignación" ante las "terribles imágenes" que llegan desde la localidad ucraniana de Bucha, y señala también que "los crímenes de guerra que se están cometiendo no pueden quedar impunes".

"Toda nuestra solidaridad, ayuda al pueblo y apoyo al pueblo ucraniano", concluía el mensaje publicado este sábado en la cuenta oficial del jefe del Ejecutivo español.

«La UE apoya a Ucrania para documentar los crímenes de guerra. Hay que juzgar todos los casos en el Tribunal Penal Internacional», emplazaba el Alto Representante para Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell.

«Es una brutalidad; es horrible y absolutamente inaceptable», expresaba el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a la cadena de televisión norteamericana CNN. «No puedes evitar ver estas imágenes como un puñetazo en el estómago», planteaba a su vez el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken. «Esta será la realidad cotidiana mientras continúe la brutalidad de Rusia sobre Ucrania», agregó.

El secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó también una investigación independiente que desemboque en responsabilidades por la presunta masacre de civiles. En una breve declaración remitida a los medios por un portavoz, Guterres dijo estar "profundamente impactado por las imágenes de los civiles asesinados" en la ciudad al noroeste de Kiev, sumándose a la consternación de la comunidad internacional.

Rusia lo niega

Del «genocidio», como calificó Volodímir Zelenski las atrocidades en Bucha, se desmarcó el Kremlin. El Ministerio de Defensa ruso desmentía que sus fuerzas armadas fuesen responsables de los asesinatos. En un comunicado recogido por la agencia de noticias rusa TASS, asegura que durante el tiempo que Bucha estuvo bajo el control de sus tropas «ni un solo residente local sufrió acciones violentas». «Todas las unidades rusas abandonaron por completo (la ciudad) el 30 de marzo» tras varios días de bombardeos de las fuerzas ucranianas, añade.

En la misma comunicación, el Ministerio recuerda asimismo que, un día después de la retirada, el alcalde Anatoly Fedoruk «confirmó que no había militares rusos en la ciudad sin mencionar nunca la existencia de residentes acribillados en las calles». El sábado informaba a medios internacionales del hallazgo de al menos 300 cadáveres de los que 280 fueron enterrados en fosas comunes.  

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