guerra ucrania-rusia
¿Por qué la letra Z se ha convertido en un símbolo de apoyo al ejército ruso?
Los tanques la llevan dibujada, los deportistas pro-Kremlin la lucen orgulloso y en Occidente ya se percibe como una nueva esvástica.
El pasado 22 de febrero, cuando los primeros tanques rusos se acercaban a la frontera ucraniana, a algunos analistas les sorprendió ver una gran Z dibujada sobre ellos. Esta letra, ya convertida en símbolo, se ha vuelto a ver en los últimos días en pancartas, en edificios oficiales e, incluso, en el pecho del deportista Ivan Kuliak, que ya ha sido expedientado por la Federación Internacional de Gimnasia.
¿Qué significa y por qué la Z se ha convertido en símbolo de quienes apoyan a Putin? La respuesta la brinda el propio Ministerio de Defensa ruso, que en sus redes oficiales no hace sino despachar imágenes de aguerridos combatientes enmarcados en esta Z. Se trata, según explican, de una abreviatura de la frase ‘Por la victoria’, cuya transcripción fonética (del original escrito en cirílico) sería ‘Za pobedu’. Los medios rusos también informan de que para los militares la Z a la ‘desnazificación’, que fue cómo Vladimir Putin justificó al comienzo del invasión de Ucrania asegurando que su oponente, Volodimir Zelenski, era un nazi. Lo que no sospechaba el mandatario ruso es que este calificativo se le volvería en contra y, de hecho, en las redes sociales parece haber hecho más fortuna el calificativo de ‘Putler’, que fusiona su nombre con el de Hitler, que la propia Z, que los ‘no iniciados’ siguen relacionando con el Zorro y su afán de justicia.
En Rusia esta Z se ha convertido en un símbolo de apoyo a la invasión de Ucrania y en una de las insignias de las fuerzas militares de ultraderecha. En las manifestaciones de apoyo al Kremlin los manifestantes llevaban banderas, pancartas con una gran Z y lemas como ‘Serbios y rusos, hermanos para siempre’.
De hecho, en Rusia ha empezado a vender incluso mercadotecnia relacionada con la Z: la web de Rusia Today, el medio oficial del régimen, ofrece tazas y camisetas, y estas mismas prendas se pueden ver en las fotos que los diputados más cercanos a Putin comparten con sus familias. La política Maria Butina, con un turbio pasado con acusaciones de espionaje, ha vestido a todos sus amigos con una camiseta con la Z y ha compartido el mensaje: “En apoyo a nuestro ejército y nuestro presidente”.
Quizá el caso más visible y escandaloso ha sido lo sucedido este fin de semana con el gimnasta ruso de apenas 20 años Ivan Kuliak. El atleta disputó la Copa del Mundo celebrada en Doha con una Z hecha con esparadrapo en su pecho. El símbolo pasó desapercibido a los jueces, pero cuando el ruso subió al podio -en tercera posición y por detrás de su rival ucraniano que se hizo con el oro- la imagen dio la vuelta al mundo. La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) ha abierto un expediente al gimnasta por su "escandaloso comportamiento", dado que en cumplimiento de las sanciones internacionales al deporte ruso, los gimnastas solo podían competir sin banderas ni símbolos nacionales. En un desafío a las normas, Kuliak, que fue medalla de bronce en paralelas, prueba ganada por el ucraniano Illia Kovtun, compitió y subió al podio con la Z y no se dio la mano con Kovtun.
Para los medios internacionales la acción de Kuliak es la demostración de que, a pesar de las sanciones y los intentos de aislamiento, Putin sigue conservando apoyo entre la población rusa. Por este motivo, algunos analistas identifican esta Z como una nueva esvástica, dado que -además- se utiliza para señalar de forma intimidatoria las casas y los comercios de quienes no apoyan al Kremlin. Los activistas europeos han denunciado que la fachada de la casa de las Pussy Riot han aparecido pintadas con esta Z, combinadas también con la V que para los rusos representa la verdad.
