Nueva York concede el derecho al voto a miles de residentes y "soñadores"

Tras 12 años de debates y al quinto proyecto legislativo, el Consejo adoptó una medida que beneficiará a 589.000 poseedores del permiso de residencia (Green Card).

New York City Council to vote to allow non-citizen NYC residents to vote in local elections
El presidente del Consejo de Nueva York, Corey Johnson.
EDUARDO MUNOZ

El Consejo Municipal de Nueva York, de mayoría demócrata, aprobó este viernes un proyecto de ley que otorga derecho al sufragio en elecciones municipales a inmigrantes que residen legalmente en la ciudad y a los poseedores de permiso de trabajo.

Tras 12 años de debates y al quinto proyecto legislativo, el Consejo adoptó una medida que beneficiará a 589.000 poseedores del permiso de residencia (Green Card), según la Oficina de asuntos de emigración de la alcaldía.

A ellos, se sumarán unas 300.000 personas con permisos de trabajo o estatus de protección temporal, así como los acogidos al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), conocidos como "soñadores".

Para inscribirse y poder votar, los que no son residentes legales deben haber vivido en la ciudad durante 30 días, detalle que generó una intensa polémica hasta que el presidente del Consejo, Corey Johnson, impuso que se votara hoy.

Una gran parte de los beneficiarios son inmigrantes latinos, en su mayoría mexicanos como los activistas Ángel Salazar, Emily Prado o la vendedora ambulante Saraí Rodríguez, quienes acudieron al Ayuntamiento para estar presentes en la votación.

Dominicanos, chinos y unos 100.000 musulmanes de diversos países también cuentan entre los titulares del nuevo derecho, según la oficina del autor del proyecto de ley, el concejal Ydanis Rodríguez.

Ahora todos ellos podrán elegir a su alcalde, miembros del Consejo, al defensor del pueblo, el fiscal de cuentas, el fiscal del condado donde vivan y otros miembros de la judicatura, pero eso no incluye votaciones del estado ni federales.

Con esta votación, Nueva York se une a catorce jurisdicciones, en su mayoría en Maryland, que ya cuentan con este beneficio para sus residentes legales; en el lado opuesto, Arizona, Dakota del Norte, Florida, Colorado y Alabama prohíben el voto de los que no son reconocidos como ciudadanos de esos estados.

Nueva York, un ejemplo contra la ultraderecha

"Nueva York demostró una vez más que está formado por líderes que entienden la importancia de mover la ciudad en una dirección diferente, que estamos en disposición de contrarrestar con ejemplos lo que está ocurriendo en Texas, donde la ultraderecha quiere reducir el derecho de los votantes", dijo Rodríguez a Efe tras la votación.

"Vamos a ser un ejemplo no solamente para otras ciudades, sino para la nación", agregó, y aseguró estar orgullo de que sus exestudiantes, a los que enseñaba historia, vean que "hemos estado cumpliendo con ser parte del equipo de hombres y mujeres que estamos escribiendo un capítulo nuevo para hacer avanzar la democracia en esta ciudad".

El concejal restó importancia a la amenaza de sus colegas republicanos de impugnar el proyecto, al destacar que fue revisado por abogados del Consejo municipal y de la Coalición del Inmigrante de Nueva York, que luchó por su aprobación.

Destacó además a Efe que este proyecto trataba de hacer valer la democracia, de reconocer las aportaciones de los inmigrantes a la ciudad.

"Pagan impuestos que luego los políticos decidimos cómo usar, reciben beneficios de la ciudad, crían aquí a sus hijos, que llevan a escuelas públicas pero no pueden votar. Es como mirar una película. Los han mantenido en la sombra y muchos políticos están cómodos con eso", comentó.

Empoderar a los más humildes

"Esto es una decisión política y el impacto será político. No es un problema de si es legal o no. Se trata de un temor a empoderar a un millón de personas, que no viven en lugares de clase alta. Viven donde están los tiros en los parques, en lugares donde hay desempleo, donde han establecido refugios para desamparados, donde no se proveen servicios de calidad", afirmó.

A partir del próximo mes de noviembre, cuando debe comenzar el proceso de inscripción de estos votantes, "los que quieran buscar puestos (políticos) tendrán que sentarse con ellos a la mesa y discutir su agenda", aseguró Rodríguez, quien recordó su experiencia como beneficiario de la "green card" entre 1983 y el 2000, cuando obtuvo su ciudadanía.

Señaló que fue lavaplatos, taxista, obrero en una fábrica, maestro, estudiante y activista universitario, experiencias que -dijo- son similares a la de los inmigrantes a los que beneficiará su proyecto.

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