Francia abre la puerta a la independencia de Guadalupe

Una ola de protestas en el territorio de ultramar llevan al Gobierno de Macron a abrir un debate sobre su autonomía pese a la oposición de la derecha

Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo, esta mañana.
Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo, esta mañana.
Agencia EFE

El Gobierno francés insinuó este sábado estar «dispuesto» a discutir sobre la independencia del archipiélago de Guadalupe. Este territorio galo de ultramar, situado en el mar Caribe, ha sido en los últimos días escenario de disturbios, saqueos y bloqueos de carreteras tras unas violentas protestas contra la obligatoriedad de los sanitarios a vacunarse contra el covid-19.

Mientras París dormía, su ministro de Ultramar, Sébastien Lecornu, sorprendió con el anuncio de que el Ejecutivo se muestra abierto a hablar sobre «la autonomía» de Guadalupe, situada a más de 6.700 kilómetros de la metrópoli. «Ciertos cargos han planteado la cuestión respecto a su estatuto actual de departamento o región de ultramar. El Gobierno está dispuesto a hablar», dijo Lecornu en televisión. «No hay malos debates, a partir del momento en que esos debates sirvan para resolver los verdaderos problemas cotidianos de los habitantes de Guadalupe», añadió.

Las declaraciones de Lecornu fueron muy criticadas por políticos de la derecha y la extrema derecha. «Con Macron, la República cede y retrocede ante la violencia», denunció el diputado conservador Éric Ciotti, candidato a las primarias de la derecha para las presidenciales de 2022.

"Radicales"

«Para intentar comprar a los independentistas radicales, el Ejecutivo dice que está listo a abandonar a Guadalupe. Eso no es lo que los habitantes de Guadalupe esperan. Esperan ser protegidos y respetados por el Estado y que les ofrezca perspectivas de futuro», escribió la ultraderechista Marine Le Pen en Twitter.

Las protestas en Guadalupe comenzaron el pasado día 15 tras un llamamiento a la huelga nacional contra el certificado covid para entrar en ciertos lugares públicos y contra la obligatoriedad de vacunarse impuesta al personal sanitario. Los manifestantes también exigían un aumento de los salarios y una bajada del precio de la gasolina.

Emmanuel Macron hizo el pasado lunes un llamamiento a la calma después de varios días de disturbios y un clima «muy explosivo» en Guadalupe. El presidente también denunció que detrás de las protestas había manipulaciones políticas y una campaña de desinformación.

Tras los violentos altercados, el Gobierno impuso un toque de queda nocturno en este territorio caribeño, vigente hasta mañana, y envió policías y fuerzas especiales para tratar de que la calma volviera.

Pero detrás de las protestas en Guadalupe hay otros problemas económicos y sociales que llevan décadas sin resolverse. En este territorio, el 34,5% de la población vive por debajo del umbral nacional de la pobreza. También hay una alta tasa de desempleo (19% de la población activa). 

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