Miles de niños extranjeros esperan la repatriación de los campamentos de Siria: "No puedo soportar más esta vida"

Unos 40.000 niños permanecen "atrapados" en los campos de desplazados de Al Hol y Roj, en el noreste de siria, entre ellos miles de menores de unos 60 países.

Sirios cargan sus pertenencias mientras regresan a Siria en el cruce fronterizo sirio-turco de Bab al-Hawa, en la provincia de Idlib, en una imagen de archivo.
Sirios cargan sus pertenencias mientras regresan a Siria en el cruce fronterizo sirio-turco de Bab al-Hawa, en la provincia de Idlib, en una imagen de archivo.
Khalil Ashawi/Reuters

Unos 40.000 niños permanecen "atrapados" en los campos de desplazados de Al Hol y Roj, en el noreste de siria, entre ellos miles de menores de unos 60 países y a los que habría que repatriar de forma "urgente", ha reclamado la ONG Save the Children con motivo de la publicación de un nuevo informe.

Muchas de las más de 60.000 personas que se encuentran en estos campamentos llegaron a la zona huyendo del grupo Estado Islámico, pero la sombra de la vinculación de estas familias con el terrorismo ha hecho que los gobiernos extranjeros se muestren recelosos a procesos de traslado generalizado.

Sin embargo, Save the Children considera que "es más urgente que nunca" agilizar las evacuaciones, ya que solo en lo que va de año han muerto por distintas causas en Al Hol 62 menores, unos dos a la semana. En este enclave incluso han sido asesinados dos niños.

Niños de 11 años trabajando

Las carencias en agua y saneamiento, alimentación o sanidad preocupan también a la ONG, que estima que solo cuatro de cada diez niños asisten actualmente a algún tipo de clase. En Roj, el 55 por ciento de los hogares reconoce que hay niños de menos de once años en el campamento que ya están trabajando.

Pese a estas evidencias, Save the Children cree que los países occidentales "no están haciendo lo suficiente" y pone como ejemplo las recientes repatriaciones de Alemania, Finlandia y Bélgica para demostrar que solo es necesario "voluntad política".

Desde 2017, se han efectuado más de 1.100 repatriaciones, en su mayoría durante el año 2019, pero en 2021 apenas ha habido catorce. El 83 por ciento de las operaciones han sido llevadas a cabo por Uzbekistán, Kosovo, Kazajistán y Rusia, mientras que Reino Unido ha repatriado a cuatro de los 60 niños británicos que habría los campamentos y Francia tendría responsabilidad sobre al menos 320.

"No puedo soportar más esta vida"

"Lo que estamos viendo aquí es a gobiernos abandonando sin más a niños, que son las principales víctimas del conflicto", ha lamentado la directora de Save the Children para Siria, Sonia Khus, que ha instado a las autoridades extranjeras a "asumir su responsabilidad" con personas como Maryam.

Esta niña libanesa de once años vivía en un anexo al campo de Al Hol, junto a otras 8.800 personas -6.200 de ellas menores- en apenas 500 metros cuadrados. "No puedo soportar más esta vida. No hacemos otra cosa que esperar", llegó a lamentar en declaraciones a la ONG. Maryam aparentemente murió cuando intentaba escapar junto a su familia en un camión de agua.

Los gritos y las peleas son también una constante. Bushra, de 10 años y origen turco, cuenta que oye los gritos y amenazas desde el interior de la tienda: "No dejo salir a mi madre cuando están sacándose cuchillos los unos a los otros".

La precariedad de las instalaciones da pie también a que haya incendios, como ocurrió en 2020 en Roj, donde tres niños murieron y otros dos sufrieron heridas graves por las llamadas iniciadas por la explosión de calefactores.

Samiya, de once años y origen tayiko, fue testigo en mayo de un incendio que provocó daños en 75 tiendas del campo de Al Hol. "Oímos voces de gritos de repente. Las tiendas comenzaron a arder una detrás de otras", afirma esta niña, que aún recuerda cómo se quemaron su ropa y juguetes mientras se ve obligada a dormir en una cocina.

Sonia Khus ha advertido de que "estos niños están experimentando sucesos traumáticos por los que no debería pasar ningún niño, y eso después de años viviendo en zonas en conflicto". Por este motivo, ve "incomprensible" que estén "condenados" a quedarse ahí.

"Cada día que los niños extranjeros y sus familias pasan en los campamentos son otro día en que sus gobiernos les han fallado. Cada día en que se les niega la oportunidad de volver a casa, los servicios especializados que tanto necesitan, el derecho de vivir seguros y recuperarse de sus experiencias ya es demasiado", ha sentenciado.

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