El gobernador de California pide que se racione el agua debido a la mayor sequía en cuatro décadas

El Estado más poblado de EE. UU. se enfrenta desde este sábado a otra ola de calor que hace temer nuevos incendios forestales mientras las inundaciones azotan Nueva York.

Un termómetro en el Centro de Visitantes del Parque Nacional del Valle de la Muerte, en California, marca 54 grados
Un termómetro en el Centro de Visitantes del Parque Nacional del Valle de la Muerte, en California, marca 54 grados
NORMA GALEANA/Reuters

California se enfrenta a una emergencia climática histórica. Desde 1977 no se vivía una sequía tan devastadora como la que ahora golpea al Estado más poblado de Estados Unidos. Sin apenas haberse repuesto de las altas temperaturas y los incendios forestales que a finales de junio dejaron medio millar de muertos en Norteamérica, otra ola de calor récord anunciada para este fin de semana amenaza con desatar nuevos fuegos mientras los embalses y ríos se vacían cada día y ya se encuentran en niveles peligrosamente bajos para el suministro de agua potable, la agricultura y la pesca.

La alarmante situación llevó la noche del jueves al gobernador, el demócrata Gavin Newson, a decretar el estado de emergencia en otros nueve condados, con lo cual la máxima alerta afecta ya a 50 de las 58 regiones de California. Pero no fue el único mensaje. También pidió a los 40 millones de habitantes del Estado que racionen el consumo de agua en al menos un 15% "no solo en las viviendas, sino también en las operaciones comerciales industriales y agrícolas" mientras el Estado construye "un sistema de aguas más resiliente que salvaguarde el futuro".

Junto al lago López, uno de los grandes cuerpos de agua cuya presa está a menos del 35% de su capacidad, Newson apeló al "sentido común" de los californianos para que implementen estas medidas de carácter "voluntario". "No estamos tratando de ser opresivos", insistió al enumerar una serie de acciones aconsejables, como disminuir el riego de jardines, acortar el tiempo en la ducha, reparar las fugas o encender el lavavajillas y la lavadora solo cuando estén llenos.

Con estas recomendaciones, las autoridades estiman que se ahorraría un área de 3.400 kilómetros cuadrados de agua, suficiente para abastecer a 1,7 millones de hogares durante un año. De no conseguirse los resultados esperados, la orden regional de emergencia decretada por el gobernador permitiría a la Junta Estatal de Control de Recursos Hídricos imponer restricciones potencialmente impopulares, como avanzó ayer 'Los Ángeles Times'.

La ola de calor que se prevé que empiece a notarse este fin de semana en el Estado y que podría elevar los termómetros hasta los 50 grados en el Valle de la Muerte y a los 46,1 en Sacramento ha hecho también que emita una alerta Caiso, el operador de la mayor parte de la red eléctrica de California. La compañía ha pedido a la población que reduzca el consumo entre las 16.00 y las 21.00 para aliviar la tensión en horas pico ya que los incendios que se esperan para estos días también generan apagones.

El metro, inundado

Una calle de Nueva York, inundada por las fuertes lluvias de este jueves.
Una calle de Nueva York, inundada por las fuertes lluvias de este jueves.
STEPHEN SMITH/Reuters

El contraste con la sequía que sufre California por las pocas lluvias registradas este año y la escasa nieve acumulada en Sierra Nevada se observa en Nueva York. Varias estaciones de metro quedaron anegadas el jueves y grandes vías fueron cortadas por una tromba de agua. Las inundaciones se esperaba que continuaran anoche con el arribo de la tormenta 'Elsa', que ya pasó por el Caribe y Florida.

Usuarios del metro neoyorquino fueron vistos con el agua hasta la cintura, intentando atravesar una piscina negruzca para llegar a los andenes. Las mayores incidencias se dieron en el Bronx, donde algunos ejes viales fueron temporalmente cerrados, lo que causó numerosos problemas a la hora de salida del trabajo.

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