Ortega acorrala a la oposición a cinco meses de las elecciones en Nicaragua

Las autoridades han cancelado la personalidad jurídica a dos partidos opositores y han encarcelado, además de a los cinco aspirantes presidenciales, a otros tres políticos, dos empresarios y un periodista.

Una mujer pasa por un muro en el que está pintado Ortega.
Una mujer pasa por un muro en el que está pintado Ortega.
Stringer/Reuters

El Gobierno de Nicaragua que preside el exguerrillero sandinista Daniel Ortega ha acorralado a la oposición a menos de cinco meses de los comicios del 7 de noviembre, al privar de libertad a los cinco principales aspirantes de la oposición a la presidencia del país y obligar a marcharse al exilio a periodistas críticos y a políticos, frente a una creciente presión internacional que no ha podido frenar la ola de detenciones de disidentes.

Desde el 18 de mayo pasado, las autoridades han cancelado la personalidad jurídica a dos partidos opositores y han encarcelado, además de a los cinco aspirantes presidenciales, a otros tres políticos, dos empresarios, un periodista y seis dirigentes de un movimiento político fundado por disidentes del gubernamental Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), incluidos dos combatientes históricos y antiguos compañeros de lucha del mandatario.

La Justicia nicaragüense, controlada por partidarios de Ortega, ha dictado 90 días de prisión cautelar a los opositores detenidos y ha ordenado levantar el secreto bancario, inmovilizar las cuentas y prohibir la salida de Nicaragua a 13 empresarios.

Además, la Fiscalía ha llamado a declarar en calidad de testigos a cerca de una treintena de periodistas y también al escritor, novelista y exvicepresidente del país Sergio Ramírez Mercado por casos penales que se han abierto contra los aspirantes presidenciales que guardan prisión.

En medio de esa ofensiva, que los sandinistas han denominado "Operación Danto 2", y que tiene como fin forzar una negociación con Estados Unidos según el ideólogo y viejo militante William Grigsby, han abandonado Nicaragua al menos dos periodistas, entre ellos Carlos Fernando Chamorro, una de las voces más críticas con el Gobierno de Ortega, así como Luis Carrión, un antiguo comandante de la revolución sandinista, y dirigentes políticos municipales.

Sociólgo ve estrategia como cálculo político de Ortega

"Con cinco precandidatos presidenciales presos y la plana mayor del sandinismo democratizante bajo arresto, es posible que Ortega calcule ganar con el 82 % de los votos en los comicios", ironizó el sociólogo nicaragüense José Luis Rocha, investigador de la revista "Envío" de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA).

Rocha dijo a Efe que no debe sorprender la ola de arrestos y allanamientos de viviendas de los opositores de cara a los comicios, debido a que Ortega y el FSLN han tenido siempre una "problemática relación con la democracia".

Pero además, analizó, los detenidos son para Ortega un grupo de "rehenes" y "fichas de intercambio" como parte de una estrategia con un cálculo político cuando "Estados Unidos tiene demasiadas presiones en el contexto internacional" y la izquierda ha venido ganando terreno nuevamente en América Latina.

Es decir, opinó el sociólogo, Ortega siente una correlación de fuerzas a su favor en el horizonte y que a EE.UU. le resulta complicado estar abriendo frentes de lucha con Nicaragua, que a diferencia de en la década de 1980, durante la Guerra Fría, tenía mayor peso que ahora.

"Hay un río revuelto en el que ellos (los sandinistas) piensan tener algo de ganancia", valoró.

¿Negociar cese de sanciones o elecciones libres?

El partido sandinista, en el poder desde 2007, no solo aplica acciones contra los políticos opositores, sino que ha subido el tono en foros internacionales, donde ataca a Estados Unidos y a la Organización de Estados Americanos (OEA), principalmente, y tilda de "vendepatrias", "mercenarios" y "grupos terroristas" a los detenidos.

El embajador nicaragüense ante la OEA, Luis Alvarado, acusó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que denunció hoy una intensificación del estado de excepción de facto en Nicaragua, de estar "siendo utilizada como punta de lanza por el Gobierno de los Estados Unidos en su guerra de agresión en contra Nicaragua y su descarada injerencia en el proceso electoral nicaragüense".

A juicio del excomandante Luis Carrión, Ortega busca forzar una negociación con Washington, "y que esa negociación ya no sea sobre elecciones, sobre democracia, sobre libertades civiles, sino que sea sobre los presos políticos, a cambio de las sanciones" que han afectado a cerca de 30 empresas, funcionarios y familiares del mandatario, entre ellos su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo; y cuatro de sus hijos.

Para Carrión, no es viable esa negociación y lo que está haciendo el Gobierno sandinista "es metiéndose en un callejón sin salida" y "profundizando el aislamiento internacional" de Nicaragua.

El Gobierno de Ortega no ha confirmado ni negado si busca un acuerdo con EE.UU., aunque en reiteradas ocasiones ha demandado que sean levantadas las sanciones internacionales, que califica de "medidas unilaterales, coercitivas e ilegales", y sostiene que los comicios son asuntos internos

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