El auge de China, los ciberataques, las tecnologías disruptivas o el cambio climático: los nuevos desafíos de la OTAN

Todos estos retos se reúnen en el bautizado como OTAN 2030, un documentos sobre el que los líderes de la organización avanzarán con decisiones concretas este lunes en su cumbre.

Bruselas se prepara para recibir la Cumbre de la OTAN.
Bruselas se prepara para recibir la Cumbre de la OTAN.
EFE

Desafíos como el auge de China, ciberataques sofisticados, tecnologías disruptivas o el cambio climático figuran en el proceso de reflexión sobre el futuro de la Alianza, bautizado como OTAN 2030, en el que sus líderes avanzarán con decisiones concretas este lunes en su cumbre.

La iniciativa OTAN 2030, que tiene como objetivo fortalecer política y militarmente la Alianza y adaptarla a los retos de seguridad futuros, está en el corazón de esta cumbre presencial.

Los líderes de los treinta países de la OTAN se reúnen en Bruselas en un momento "crucial" para la Alianza y para "mantener a salvo" la seguridad de sus mil millones de ciudadanos, en palabras del secretario general del organismo, Jens Stoltenberg.

En esta "era de competencia global" la OTAN debe "responder a muchas amenazas y desafíos al mismo tiempo", según el exprimer ministro noruego, que enumeró el rechazo de Rusia y China a un orden internacional, la continua amenaza del terrorismo, los ciberataques sofisticados, las tecnologías disruptivas y el cambio climático.

Juntos frente a los desafíos

"Ningún país ni continente puede hacer frente a todos estos desafíos por sí solo. Pero Europa y América del Norte no están solos, estamos juntos en la OTAN", dijo Stoltenberg el viernes, en la rueda de prensa previa a la cumbre.

Se mostró seguro de que los líderes abrirán "un nuevo capítulo" al acordar la iniciativa OTAN 2030, una "agenda ambiciosa" fruto de un proceso de reflexión interno liderado por Stoltengerg sobre el futuro de una alianza militar nacida tras la II Guerra Mundial y cuya utilidad habían cuestionado el anterior presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron.

La insistencia de Trump en que los aliados elevasen su gasto militar y, especialmente, el mazazo de las palabras hace dos años de Macron de que la OTAN estaba "en estado de muerte cerebral" actuaron como doble revulsivo para que los aliados estén dando un paso al frente en respuesta a los desafíos de hoy y de mañana.

Y ahora existe una oportunidad única para fortalecer el vínculo entre Europa y América del Norte, con Joe Biden en la Casa Blanca.

"Estoy absolutamente seguro de que (...) demostraremos ese compromiso con nuestra Alianza, no solo con palabras sino también con hechos, con decisiones muy concretas y sustantivas", avanzó Stontelberg, convencido de que el "vínculo" transatlántico capea los "vientos políticos" porque es "robusto y fuerte".

Invertir más y mejor

Este lunes espera decisiones "clave" sobre "más" consultas políticas, el refuerzo de la defensa colectiva, "mayor preparación", y fortalecimiento de la resiliencia de infraestructuras críticas, cadenas de suministro y comunicaciones, "primera línea de defensa".

Una de las ambiciones de la OTAN es afianzar su ventaja tecnológica con un "acelerador de innovación de defensa, un centro de tecnología", que promueva la cooperación entre aliados, con un fondo de innovación de apoyo a empresas emergentes, industrias y universidades y que Stoltenberg espera que se apruebe en la cumbre.

"Tenemos que invertir aún más, y mejor, invertir juntos y cumplir nuestro alto nivel de ambición", dijo el secretario general de la Alianza, quien destacó que 2021 será el séptimo año consecutivo de incremento de gasto de los aliados europeos y Canadá, con un 1,70 % del PIB de media (el fin es llegar al 2 % para 2024). La financiación común es "un multiplicador de fuerzas" y "una forma eficaz de invertir", insistió.

Igualmente, Stoltenberg espera que la Alianza dé este lunes "un paso adelante" para salvaguardar el orden internacional y profundizar las asociaciones con países y organizaciones afines, incluida su socia estratégica, la Unión Europea.

El impacto del cambio climático en la seguridad también preocupa a la OTAN, que estudia cómo reducir "significativamente" las emisiones militares, mientras que en ciberdefensa y espacio se espera que los líderes aprueben una nueva política. "Enviaremos un mensaje claro en la cumbre de que la OTAN está decidida a defenderse en el espacio con la misma eficacia", dijo Stoltenberg.

Por todas esas razones, espera que los líderes "decidan que ha llegado el momento de actualizar y hacer el próximo Concepto Estratégico para la OTAN, simplemente porque el último se acordó en 2010 en la Cumbre de Lisboa. Y el mundo ha cambiado".

Como prueba, cuatro ejemplos, "en el actual no hay ni una sola palabra sobre China, apenas se menciona el cambio climático", la relación con Rusia está "en el punto más bajo desde la Guerra Fría" y los ciberataques son ahora "más sofisticados".

Por esos y otros desafíos, Stontelberg espera que los aliados le encarguen desarrollar ese concepto para aprobarlo en la cumbre de 2022.

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