religión

La escuela de liderazgo del Papa

Francisco promueve un centro de formación de dirigentes políticos para que en el futuro pongan en el centro de la economía a las personas.

El papa Francisco en una audiencia en el Vaticano.
El papa Francisco en una audiencia en el Vaticano.
MAURIZIO BRAMBATTI

Cuando el descrédito de la clase política mina la confianza y el interés por los asuntos públicos, el papa Francisco apadrina la creación de una escuela de formación para jóvenes dirigentes que miren por el bien común y desprecien el logro a corto plazo. Los ideales de la institución docente se inspiran en la encíclica 'Fratelli tutti', firmada en octubre de 2020. La plasmación del proyecto corre a cargo de dos entidades, la fundación pontificia Scholas Ocurrentes y la española Liderar con Sentido Común, que dirige Antonio Sola, un asesor político que ha trabajado para expresidentes como Felipe Calderón (México), Juan Manuel Santos (Colombia) y Mariano Rajoy.

La institución empieza con un curso de 15 meses, impartido de modo presencial y a distancia, destinado a 50 jóvenes de los cinco continentes y con edades de 18 a 30 años.

Jorge Mario Bergoglio está persuadido de la importancia de la política como instrumento para solucionar conflictos y mejorar la vida de la gente. Este empeño quiere alejar la tentación de las sociedades de abrazar las dictaduras y el populismo, que surgen como reacción al desencanto de la ciudadanía. En este sentido, la guerra no es sino la "derrota de la política", mantiene el Papa.

Los estudiantes de la Escuela Política Fratelli Tutti (EPFT) aprenderán a desarrollar una nueva mirada sobre el mundo que haga posible una economía centrada en las personas y apueste por una "ecología integral", siempre en búsqueda de "la teoría del encuentro" que predica Francisco: "encontrar lo que nos une". Y es que "la unidad es el mejor modo de superar el conflicto", añade.

Del centro a la periferia

El director de la entidad es el argentino Juan Ignacio Maquieyra, quien ha sido asesor del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y ha trabajado mucho en la integración de los barrios populares bonaerenses. En este sentido, piensa basarse en el magisterio impartido por Francisco de partir "desde el centro para ir a las periferias".

Los cursos, que serán gratuitos, pondrán el acento en los distintos componentes del liderazgo para lograr que los futuros dirigentes "puedan armonizar lo que sientan, lo que piensan y lo que hagan". Según Maquieyra, así será posible que cuando lleguen al poder sean plenamente conscientes de lo que hacen y del impacto que sus decisiones tendrán en la vida de las demás personas.

El objetivo de la escuela es rehabilitar la acción política, hoy tan denostada. "La convocatoria es absolutamente plural. Abarca a distintas culturas, religiones y regiones del mundo, y la formación será sin ningún sesgo partidario o perfil ideológico", explica. Sola, por su parte, prefiere hablar de ideas en vez de ideologías: "Le hemos dicho al Papa que aquí no se trata de centro, izquierda o derecha, sino de ideas".

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