Occidente avanza hacia la normalidad

España confía en pasear por las calles este verano sin mascarilla, mientras EE. UU. y el Reino Unido organizan sus primeros espectáculos sin ella.

Un camarero con mascarilla sirve cafés a varios clientes en la terraza de un restaurante de Nyon. En Suiza los interiores de los bares siguen cerrados.
Una camarera con mascarilla sirve cafés a varios clientes en la terraza de un restaurante de Nyon, en Suiza.
LAURENT GILLIERON

El mundo occidental recupera la normalidad. Poco a poco, paso a paso. La disponibilidad de cada vez mayor número de vacunas esta permitiendo que los países más poderosos ganen frente al coronavirus espacios que perdieron de golpe un día del mes de marzo de 2020. Algunos expertos hablan ya de que España, que camina al ritmo de la Europa comunitaria, podría despojarse de las mascarillas este mismo verano, quizás a finales de junio o en la primera quincena del mes de julio.

Ante un final del estado de alarma sin ningún tipo de prevención institucional -ni estatal ni autonómica-, solo la irresponsabilidad de quienes festejan sin control el final de los confinamientos o cualquier otra sinsorgada puede retrasar la llegada de lo que en otros países comienza a despertar. "Como la campaña de vacunación va bastante bien, es posible que, al comienzo del verano, las autoridades sanitarias permitan que estemos sin ellas en todos los espacios exteriores, como la playa, espectáculos deportivos, terrazas...", vaticina el exconsejero vasco de Sanidad y asesor internacional en políticas de Salud Rafael Bengoa. Conseguirlo, adelanta, dependerá de la prudencia con que vivamos este mes y el que viene,

La predicción del codirector del Instituto de Salud SI-Health coincide con la que hace el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que ha estimado en, por lo menos, dos meses el tiempo que le queda a la población española para seguir con la boca y la nariz tapadas al aire libre. "Si todos seguimos seis, ocho semanas con la prudencia que aconseja la situación, estoy convencido de que allá por el mes de julio, agosto, empezaremos otra vez a poner cara a todas las personas que vemos por la calle", ha afirmado.

El verano de 2021 no será como el de 2019, pero tampoco como el de 2020. Los municipios comienzan a organizar fiestas patronales sin actos multitudinarios, pero sí con actividades que puedan desarrollarse en espacios cerrados con las debidas distancia de seguridad y mascarilla. El Gobierno central ya ha anunciado el retorno paulatino del público a los partidos de fútbol y baloncesto profesional. Con distancia de seguridad, orden en los accesos y salidas... La epidemia es un pulso contra el coronavirus, que los países afrontan de muy distintas maneras. Los más ricos ganan más.

Estados Unidos vuelve a boxear

Más de 73.000 personas asistieron el pasado fin de semana en Texas al combate de boxeo entre el mexicano Canelo Álvarez y americano Joe Sanders. No solo fue un récord de asistencia a una pelea pugilística -por encima de las 63.350 que presenciaron el 1978 el duelo entre Muhammad Ali (antes, Cassius Clay) y Leon Spinks-, sino que esta vez se celebró en tiempos de coronavirus y sin mascarillas.

Algunos expertos no comparten tanto aperturismo. EE. UU. aún suma 42.000 contagios diarios. Su presidente, Joe Biden, quería llegar al 70% de la población vacunada para el 4 de julio, todo un símbolo al celebrarse esa jornada el Día de la Independencia, pero cada vez más ciudades como Chicago y Nueva York, ante la caída de los casos y el avance de la vacunación, han decidido no esperar y han anunciado que se abren al turismo, Aunque tengan que vacunarlos, como ha prometido la ciudad de los rascacielos.

Israel, nueva normalidad

Con más del 60% de la población protegida con por lo menos una dosis, el país que tiene más avanzada la vacunación es también, en consecuencia, el que mayores licencias se permite. En Israel, las mascarillas han desaparecido y ya se permiten bodas de hasta 500 invitados, siempre que estén inmunizados todos ellos.

El pasaporte verde, 'Green Pass', permite a los vacunados asistir a conciertos, restaurantes y eventos culturales, religiosos y deportivos, de momento con mascarillas. Las vacaciones de Semana Santa y Pascua nada han tenido que ver con las navidades. Esta vez se han celebrado entre familiares y amigos.

Conciertos en el Reino Unido

La nueva vida también se abre paso en el Reino Unido, donde el pasado fin de semana se celebró un concierto sin mascarilla ni distancia social. El festival reunió a miles de personas en un club nocturno de la ciudad que vio nacer a los Beatles, Liverpool. A su entrada, los vigilantes de seguridad pedían a los asistentes una prueba de antígenos que demostrara que estaban libres de covid.

Islandia vuela libre

Islandia ha sido el primer país donde la nueva normalidad ya es idéntica a la que conocieron antes de la pandemia. A diferencia del resto, lo ha conseguido gracias a una gestión de la crisis dejada exclusivamente en manos de científicos y no de cargos de confianza con carné político. Ya no hay mascarillas y sí besos y abrazos. Hay salidas nocturnas, restaurantes, conciertos... la vida.

Dinamarca, Finlandia y Alemania también se han propuesto relajar sus normas y abrirse al mundo este verano. Al otro lado del planeta, Australia y Nueva Zelanda también tienen una vida absolutamente normal, con la salvedad de que, de momento, sólo se permiten viajes internacionales entre ambos países. Todo llega.

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