La ayuda internacional llega a la India mientras Biden promete luchar "hombro con hombro"

Los crematorios piden a las familias de los fallecidos que lleven su propia madera para poder incinerarlos.

Restos de la incineración masiva de fallecidos por covid en Nueva Delhi.
Restos de la incineración masiva de fallecidos por covid en Nueva Delhi.
IDREES MOHAMMED/Reuters

Bélgica, Portugal, Luxemburgo, Rumanía, Suecia e Irlanda se sumaron este martes a Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Australia y organizaciones transnacionales como la Unión Europea (UE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para enviar instrumental y medicamentos a India, el Estado del perpetuo socorro donde los crematorios piden a las familias de los fallecidos por el coronavirus que lleven su propia leña para incinerarlos. La catástrofe alcanza tal magnitud que casi no hay recursos para sobrevivir, pero tampoco los hay para morir. Es la metáfora de un país donde la mecánica del virus causa un completo genocidio biológico. El Ministerio de Sanidad informó en las últimas horas de la detección de otros 323.149 contagios en un día, a los que se añaden 2.771 nuevos fallecidos, muchos en plena calle.

El caos azota con particular intensidad a una decena de Estados indios -con el central de Maharashtra a la cabeza- que arrojan casi el 72% de las infecciones de toda la nación. Bloqueados por la ausencia de medios para paliar la mayor catástrofe sanitaria registrada en un año largo de pandemia, los hospitales se han colapsado y aguardan el auxilio exterior, que este martes comenzó a llegar con un cargamento británico de respiradores y material clínico.

A ese le seguirán otros a lo largo de la semana, aunque los expertos consideran clave no solo la equipación material sino también la colaboración médica internacional para desentrañar los misterios de la nueva cepa que ha desestabilizado el segundo país más poblado del mundo. Si no se conoce al enemigo, tampoco es posible derrotarlo. Por eso, el presidente estadounidense, Joe Biden, ya se ha comprometido a impulsar esa investigación conjunta de la doble mutación y su posible mayor resistencia a las vacunas que, por otra parte, son el segundo elemento fundamental sobre el que recae la recuperación del país.

Levantado el veto a la exportación de materias primas para la producción de vacunas en el extranjero, Washington prevé enviar esta semana a Nueva Delhi los insumos y otros productos para que India acelere la fabricación doméstica de antivirales y reactive un plan de inmunización extendido hasta ahora únicamente a un 8% de una población de 1.350 millones de habitantes. Durante meses, el primer país fabricante de antivirales mundial envió a Occidente grandes lotes de dosis mientras se quedaba corto con sus propias necesidades. Y ese error se está pagando ahora.

Mientras, la OMS se muestra pesimista sobre el futuro inmediato y fía la posibilidad de encauzar la crisis india -más de 7,5 millones de contagios y unos 200.000 fallecidos- a la "urgencia" que se imprima a la cooperación internacional. India es un caladero científico donde nadan mutaciones en constante combustión -en Nueva Delhi, el 50% de casos procede de la doble mutante y el resto de las cepas británica, brasileña y sudafricana- y la comunidad médica teme que cuanto más dure ese cóctel mayores probabilidades habrá de que el planeta entero se enfrente a cepas más duras.

Ya no hay árboles

Este martes se instalaron 27 nuevas grandes piras funerarias en la capital. Cientos de personas aguardaban en largas colas para la cremación de sus difuntos. La incineración de un cuerpo dura seis horas. La bestia en toda su oscuridad se refleja en que apenas quedan árboles en los parques. Se talan y convierten en leña para los túmulos. Por eso se pide a las familias que traigan ya la madera.

La bestia anida también en las viviendas cuyas ventanas dan a cadáveres ardiendo en la calle hasta medianoche, o en el ritmo infernal de 14.000 nuevos enfermos cada hora, de los cuales un porcentaje sustancial morirá asfixiado. Decenas de pacientes se ahogaron el lunes en la región central cuando dos hospitales se quedaron sin presión de oxígeno. Incluso el popular Remdesivir se ha convertido en pasto del mercado negro. Siempre hay buitres sobre los muertos y algunos traficantes se apropian de este fármaco para venderlo a mil euros, mientras la empresa fabricante trabaja contrarreloj para abastecer a los hospitales.

Reino Unido cumplió este martes con su antigua colonia y le hizo llegar 195 aparatos de respiración. Irlanda ha prometido un millar de concentradores de oxígeno y ventiladores; Bélgica, 9.000 viales de medicamentos antivirales; Luxemburgo y Rumanía, cientos de cilindros de oxígeno y respiradores; Portugal, 5.500 viales y Suecia, 120 ventiladores.

Son una avanzadilla que la Comisión Europea confía en aumentar en los próximos días -Francia y Alemania ya se han sumado- después de activar el denominado Mecanismo de Protección Civil de la UE a petición del Ejecutivo asiático. "Agradezco que nuestros Estados miembros muestren que la UE es un socio fiable en tiempos de necesidad", subrayó el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.

El presidente Joe Biden también trasladó al primer ministro indio, Narendra Modi, el apoyo de EE UU y se comprometió a trabajar "hombro con hombro" para tratar de contener la oleada vírica. Modi, muy criticado internamente por su gestión de la crisis, difundió un mensaje para agradecer la cooperación internacional.

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