El duque de Edimburgo recibe el alta tras cuatro semanas hospitalizado
El marido de Isabel II, que cumplirá en junio 100 años, se sometió a una operación de corazón.
Este martes por la mañana, a las 11.30 en España, el duque de Edimburgo salía del hospital para dirigirse al castillo de Windsor donde le esperaba Isabel II. El marido de la Reina, de 99 años, ingresó hace cuatro semanas en el hospital King Edward tras sentirse indispuesto. Después de unos días en los que solo se supo que se estaba reponiendo de una infección ajena al coronavirus, fue trasladado a otro hospital, el St. Bartolomew, donde fue operado del corazón. Aunque las noticias sobre la salud del duque se han dado con cuentagotas, sí pudimos escuchar a Camilla Parker Bowles decir que tenía los dedos cruzados por la salud de su suegro y a su hijo menor, el príncipe Eduardo, asegurar que su padre tenía muchas ganas de salir y que se sentía "frustrado" por pasar tanto tiempo ingresado.
Tras 28 días de hospitalización, el duque quiso mostrar agradecimiento a todo el personal médico que le ha atendido en los dos centros sanitarios, así como a todas las personas que le han deseado una pronta recuperación, y lo ha hecho a través de un portavoz del palacio de Buckingham.
Su ingreso coincidió con la explosiva entrevista que su nieto Harry y su mujer, Meghan Markle, dieron a la periodista Oprah Winfrey y que dio la vuelta al mundo. En sus declaraciones, se acusaba a la Familia Real británica de comportamientos racistas, de modo que la propia Reina emitió un comunicado lamentando el sufrimiento que la pareja podía haber vivido y puntualizando, a su vez, que "algunos recuerdos podían variar".
Aunque el duque de Edimburgo siempre ha mantenido un discreto segundo plano junto a su mujer, parece que en privado ha ejercido como cabeza de familia y, además, es consultado habitualmente por la monarca y participa en las decisiones de ella. Aunque se retiró de la vida pública en 2017 y está muy delicado de salud, cuando el príncipe Harry se desligó definitivamente de la familia real a principios de este año trascendió su tremendo enfado. Ahora, vuelve a Windsor, donde lleva tiempo recluido junto a su mujer y un grupo selecto de trabajadores que forman su 'burbuja', para evitar un posible contagio de coronavirus ya que tanto él, que cumplirá 100 años el próximo 10 de junio, como la Reina, son pacientes de riesgo, aunque ambos han sido ya vacunados.
