Francia se rearma contra el islamismo radical

El Gobierno aprueba un proyecto de ley para garantizar el respeto de los principios republicanos frente al avance del fundamentalismo.

Atentado en Niza.
Atentado en Niza.
EFE/Reuters

El Gobierno francés se rearma legislativamente para luchar de forma más eficaz contra el islamismo radical. El Consejo de Ministros aprobó este miércoles el proyecto de ley para "reforzar los principios republicanos", coincidiendo con el aniversario de la promulgación de la ley de 1905 que estableció la separación de la Iglesia y el Estado.

"Este proyecto no es un texto contra las religiones ni contra la religión musulmana en particular", explicó el primer ministro Jean Castex, quien considera que "el enemigo de la República (francesa) es una ideología política que se llama islamismo radical". El nuevo cuerpo legal tiene, según el jefe de Gobierno galo, un doble objetivo: garantizar el respeto de los valores nacionales y el libre ejercicio del culto.

Según explicó, el presidente, Emmanuel Macron, quiere luchar contra el "separatismo" islamista sin hacer la amalgama entre islamismo radical y musulmanes y sin estigmatizar a los cinco millones que viven en Francia. Se pretende, entre otras cosas, reforzar la lucha contra la incitación al odio en internet, garantizar la neutralidad confesional de los servicios públicos y reforzar los controles de las asociaciones.

Francia creará un nuevo delito de "puesta en peligro de vidas ajenas por difusión de informaciones sobre la vida privada, familiar y profesional de una persona permitiendo identificarla o localizarla". El Ejecutivo lo añadió al proyecto tras la decapitación en octubre del profesor de enseñanza secundaria Samuel Paty por haber enseñado a sus alumnos las polémicas caricaturas de Mahoma. Paty fue víctima de una campaña de odio en las redes sociales.

Fin a la educación en casa

Toda asociación que pida una subvención deberá respetar los principios republicanos y se reforzará el control de la financiación procedente del extranjero. También se decretará la obligatoriedad de la escolarización de todos los niños a partir de tres años en centros públicos o privados, poniendo fin a la educación en casa, excepto en casos muy contados y con autorización previa, por ejemplo, por motivos de salud, minusvalía o la práctica deportiva o artística intensiva.

"En un cierto número de casos, (la educación en el hogar) camufla estructuras clandestinas salafistas", explicó el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, a la hora de justificar la medida que busca garantizar que todos los niños reciban una enseñanza conforme a los principios republicanos franceses. El Gobierno galo también prohibirá a los médicos expedir certificados de virginidad y reforzará aún más la lucha contra los matrimonios forzados y la poligamia, ya prohibidos en el país.

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