La ultraderecha avanza en Portugal

Chega (Basta, en portugués) es el único caso de éxito de la extrema derecha en el país luso, donde ningún partido de esta ideología había conseguido entrar en las instituciones.

Protestas contra las medidas anti-covid del gobierno portugués.
Protestas contra las medidas anti-covid del gobierno portugués.
EP

Portugal dejó de ser una excepción europea al avance de la ultraderecha en 2019, cuando Chega entró en el Parlamento con un diputado. Un año después, el partido ha dejado patente su crecimiento en las elecciones de Azores y ha firmado un acuerdo regional con la derecha que ha levantado ampollas.

Chega (Basta, en portugués) es el único caso de éxito de la extrema derecha en el país luso, donde ningún partido de esta ideología había conseguido entrar en las instituciones.

Fundado en 2019, la formación ha aprovechado el descontento de algunos portugueses con el sistema, la crisis de la derecha tradicional y el auge de los extremismos y populismos en Europa para conquistar votos y hacerse un hueco en el panorama político portugués.

Crecimiento en las urnas

Los resultados que ha obtenido en los dos procesos electorales en los que ha participado reflejan que, al menos por ahora, ha llegado para quedarse: en las legislativas de 2019 obtuvo algo más del 1 % de los votos; en las regionales que acaban de celebrarse en Azores ese porcentaje creció hasta el 5 %.

"No ha sido una sorpresa muy grande porque es un partido que está ganando mucho terreno electoral", señala Paula Espírito Santo, del Centro de Administración y Políticas Públicas de la Universidad de Lisboa, que refiere está ganando apoyos en una parte del electorado "descontenta" con el sistema político.

El siguiente examen en las urnas será en enero, en las presidenciales, a las que se presenta el líder y diputado único de Chega, André Ventura, a quien los sondeos atribuyen una intención de voto de en torno al 9 %.

Podría ser incluso algo mayor si en estos meses hay un desgaste del actual presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, por la crisis de la pandemia, a pesar de que se prevé que sea reelegido en primera vuelta, según explica André Azevedo Alves, profesor del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Católica Portuguesa.

Ventura, figura central

El fundador y líder ha tenido un papel clave en la afirmación del partido: "Sin Ventura, no habría Chega en términos de éxito electoral", asegura Azevedo Alves, que lo define como un político "muy carismático y con muy buena oratoria".

Ventura tiene más presencia mediática de la que suele atraer un diputado único, aunque frecuentemente asociada a polémicas y en muchas ocasiones por cuestiones de racismo, como cuando propuso deportar a una parlamentaria negra de izquierdas o cuando pidió que se confinase a la comunidad gitana durante la pandemia.

Chega, con él al frente, ha organizado incluso varias marchas contra los movimientos antirracistas.

Pero lo que le ha dado un impulso es también una de sus mayores debilidades. "Chega es un partido unipersonal", dice el profesor de la Universidad Católica, que explica que no tiene una base de dirigentes establecida y que, sin Ventura, "en este momento sería difícil que continuase el proyecto".

Potencial de crecimiento

Aunque faltan tres años para las próximas legislativas y todavía no hay datos firmes, la investigadora Espírito Santo cree que todo apunta a que Chega "va a continuar a expandir su base de apoyos" en todo el país, porque se trata de un fenómeno político "con un espacio particular y propio".

En ello coincide Azevedo Alves, que señala que si Ventura "consigue organizar el partido y evitar crisis internas, puede tener condiciones para seguir creciendo" y "es posible que Chega haya venido para quedarse".

¿Alianzas?

Las elecciones en las Azores también han puesto sobre la mesa otro asunto, el de los entendimientos con otros partidos.

Chega ha llegado a un acuerdo para dar su apoyo a una coalición de los tradicionales partidos de la derecha, que ha levantado ampollas a ambos lados del hemiciclo portugués.

Mientras los socialistas acusan al conservador Partido Social Demócrata (PSD) de "complicidad con la extrema derecha xenófoba", más de medio centenar de personalidades del centro-derecha firmaron una carta abierta en la que alertaron de la "deriva" hacia "fuerzas de la derecha autoritaria".

Desde el PSD insisten en que no existe acuerdo a nivel nacional, pero el investigador de la Universidad Católica considera que una colaboración en Azores podría servir como experimento de cara a posibles entendimientos en el futuro.

Y recuerda que si Chega sigue creciendo y consigue consolidarse a nivel nacional, "será muy difícil o imposible gobernar a la derecha y formar una mayoría sin ellos".

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