China permitirá la vuelta de ciudadanos europeos residentes en el país

Según su embajada en Dinamarca, los ciudadanos de 36 países que "tengan permisos de residencia válidos podrán solicitar gratis visados en cualquier embajada o consulado de China en esas naciones".

Una viajera con mascarilla, en el aeropuerto de Pekín
Una viajera con mascarilla, en el aeropuerto de Pekín
AFP

China permitirá el regreso de ciudadanos de hasta 36 países europeos, entre ellos España, que cuenten con un permiso de residencia en vigor en el país asiático, anunció este martes su Embajada en Dinamarca.

En un comunicado publicado en la página web de esa legación se informa que los ciudadanos de esas naciones que "tengan permisos de residencia válidos, incluidos permisos de trabajo, de reagrupación familiar o de asuntos personales podrán solicitar gratis visados en cualquier embajada o consulado de China en esos países".

La lista de países a cuyos ciudadanos residentes en China se les facilitará el regreso al gigante asiático, apunta la embajada, comprende a los 27 Estados miembros de la Unión Europea, así como a Albania, Macedonia del Norte, Islandia, Bosnia, Montenegro, Noruega, Suiza, Serbia y Reino Unido.

Según el documento, la decisión se ha tomado para "facilitar los intercambios" entre países toda vez que "la prevención y el control de la covid-19 se han convertido en habitual", aunque no ofrece más detalles al respecto.

La misión china recuerda que todo aquel que regrese al país asiático, donde la pandemia parece estar bajo aparente control pese a algunos rebrotes, deberá "cumplir con las normativas de prevención relativas a la epidemia de los gobiernos locales".

Desde el pasado 21 de julio es obligatorio para todas las personas que quieran llegar por vía aérea al país que se sometan a un 'test' de ácido nucleico (los conocidos como PCR) en los cinco días previos al viaje.

Cerca de 500 españoles no han podido volver todavía

Desde el pasado 28 de marzo, en que China anunció el cierre de sus fronteras, incluso para los residentes, a causa de la pandemia de coronavirus que se cernía ya gravemente sobre el mundo, solo algunos casos excepcionales han podido regresar.

Son los que entraban en el denominado 'fast track' o "vía rápida", trabajadores de sectores "esenciales" para la producción según los criterios de las autoridades chinas.

A través de esas "vías rápidas" entraron bastantes alemanes, técnicos y ejecutivos de las grandes empresas automovilísticas germanas en China y nacionales de otros países europeos como Francia o Italia.

En el caso de España, cerca de 600 nacionales residentes en China, que habían regresado al país europeo o decidido permanecer en él tras las vacaciones de Navidad ante las noticias del coronavirus en China, se quedaron atrapados por el cierre de las fronteras sin poder volver.

Algunas pocas decenas de españoles han podido regresar utilizando la vía rápida, que requería que Pekín aceptase una carta de invitación expedida por su empresa, aunque la gran mayoría no han podido volver hasta el momento, bien porque no les han aceptado la carta o porque su empresa se ha negado a hacerla.

El presidente de la Cámara de Comercio española en Pekín, Alberto Lebrón, consideró "una fantástica noticia" que los residentes puedan finalmente regresar, lo que corrige el "desequilibrio" existente ya que los países europeos no vetaron, en reciprocidad, la entrada a los residentes chinos y solo, en algunos casos, a los turistas y viajeros de negocios.

"Le viene bien a muchísima gente, todo lo que sea restituir el libre movimiento de personas siguiendo los protocolos sanitarios es positivo", dijo a Efe Lebrón.

Aunque ningún país europeo impidió la entrada a los residentes chinos como ha hecho Pekín, la decisión de la Unión Europea (UE) de dificultar el acceso a los turistas y empresarios de la nación asiática mientras China no levantase sus restricciones pudo haber servido de instrumento de presión para facilitar este nuevo paso chino.

También las presiones de países como Alemania, con una relación comercial muy intensa con el gigante asiático.

Se estima que cerca de 500 españoles no han podido regresar todavía a su trabajo, a sus casas y a su vida todavía, con casos especialmente sangrantes de familias mixtas que quedaron separadas de sus parejas o de sus hijos.

Entre ellos muchos profesores de español -una de las profesiones más demandadas en China en los últimos años-, pequeños y medianos empresarios con menor margen de maniobra que los grandes ejecutivos o técnicos deportivos, que han encontrado en el fútbol chino un lugar donde ganarse la vida.

Las plazas en los vuelos chárter, ocupadas a menos del 50%

Muchos se han pasado semanas esperando una respuesta que finalmente no llegó a la carta de invitación o, al trabajar para una empresa china -en el caso de los deportistas o los profesores-, han tenido problemas para que su compañía les hiciese esas cartas.

De hecho, las plazas disponibles para españoles que ha conseguido la Cámara de Comercio de España en China en los vuelos chárter fletados por Alemania -cerca de cuatro por mes hasta ahora- no han tenido mucha demanda.

Los diez asientos que ofreció la Cámara española en cada uno de esos chárter habían tenido hasta el momento una ocupación inferior al 50%, indicó a Efe Lebrón.

Para el próximo 12 de septiembre la Cámara ha organizado un chárter enteramente español desde Madrid a la ciudad oriental china de Hangzhou con 300 plazas para el que solo han recibido hasta el momento 40 solicitudes.

El chárter tendrá que cancelarse si no se alcanza el mínimo de ocupación necesario, dijo el presidente de la Cámara pequinesa e indicó que, en caso de que no se llene con españoles, lo ofrecerán también a ciudadanos chinos y de otras nacionalidades que quieran regresar a China desde España.

A los problemas de visados se sumaba también hasta ahora el alto precio de los escasos vuelos disponibles entre España y China.

Las compañías aéreas internacionales han retomado muy poco a poco sus vuelos con China y los limitan a uno por semana, lo que junto a la escasa demanda ha disparado los precios hasta niveles por encima de los 3.000 euros.

Las plazas en los chárter alemanes se vendían a un precio de 2.500 euros por el trayecto de solo ida, gastos de gestión aparte.

En el caso del vuelo de septiembre organizado por la Cámara de Comercio de Pekín en colaboración con la compañía de chárter Excellent Eurojets, el precio Madrid-Hangzhou es de 2.100 euros, sin gastos de gestión.

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