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Kanye West hacia la Casa Blanca: ¿ambición o estrategia?

El empresario y productor musical se acaba de postular para la presidencia de Estados Unidos. Hasta ahora, este talento creativo con estudios de Bellas Artes, ha conseguido todo lo que se ha propuesto y más.

Kanye West acaba de anunciar que se postula a la presidencia de los Estados Unidos.
Kanye West acaba de anunciar que se postula a la presidencia de los Estados Unidos.
Michael Reynolds/EFE

La sombra de Kim Kardashian y su hiperventilada vida en televisión y las redes sociales es muy alargada. Pero no lo suficiente para hacer sombra a su marido, Kanye West. Nacido y criado en Chicago (como Obama), allí estudió Bellas Artes y comenzó una carrera en la escena del hip hop que le ha llevado al estrellato y a convertirse en una de las personas más ricas e influyentes de la escena musical estadounidense. Pero no solamente... West ha demostrado todos estos años ser algo más que un excéntrico famoso. Tiene mucho ojo para los negocios, una creatividad desbordante y no teme 'meter el cazo' en cuestiones políticas, a veces levantando una enorme controversia. Así, West ha pasado de apoyar con sus declaraciones a Donald Trump al comienzo de su mandato, a presentarse como su rival en la liza de cara a las elecciones del  próximo 3 de noviembre.

Los analistas políticos han recibido con escepticismo el anuncio, sobre todo por cuestiones formales. Llega muy tarde, hasta el punto de que en estados con gran peso electoral como el de Nueva York, Texas o el del propio West, Illinois, ya ha terminado el plazo para presentar candidatura. A lo que hay que añadir, por un lado, que el rapero tiene un largo historial de anuncios no cumplidos. Por otro, que nunca alguien fuera del paraguas de los partidos demócrata o republicano han ganado unas elecciones. No obstante, la fortuna de West puede serle de gran ayuda, así como el hecho de que la presidencia de Trump ha acostumbrado al electorado estadounidense, para bien o para mal, a perfiles estrafalarios. Si su fortuna, valorada en alrededor de 1.000 millones de euros, no le resulta suficiente, no le faltan amigos ricos, como Elon Musk, con quien hace unos días posaba de manera relajada.

En cuanto a sus motivos para presentarse, de momento poco se sabe más allá de tuit que publicó este pasado fin de semana.

«Ahora debemos darnos cuenta de que le hicimos una promesa a EE UU al confiar en Dios, unificar nuestra visión y construir nuestro futuro. Me postulo para presidente de los Estados Unidos», escribió Kanye junto al hastagh #2020VISION. Su anuncio ha conseguido ya más de 300.000 'me gusta' y retuits. La revelación coincidió con la celebración del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, aunque la de este año ha sido una fiesta atípica debido a la pandemia de coronavirus.

Hay quien hace lecturas estrategas, como que West pretende atraer hacia sí algo del voto negro que ahora mismo, sobre todo después de los disturbios contra la brutalidad policial, parece bascular hacia la candidatura demócrata de Joe Biden. Según estas especulaciones, la carrera presidencial de West no sería sino un truco para allanar la de Trump, a quien el rapero ha apoyado públicamente, sobre todo en los inicios de su mandato. No sin polémica. 

Todo lo contrario del muy crítico con Trump Jay-Z, otra estrella del rap con el que Kanye West dio sus primeros pasos como productor y con quien, con el tiempo, no acabaría en los mejores términos.

La historia de West y el marido de Beyoncé se remonta a comienzos de los 2000. Entonces, West, tras pasar años formándose en la escuela de artes de su Chicago natal, se lanza al mundo del rap, donde llega a alcanzar cierto prestigio como productor, un estatus que le conduce a Roc-A-Fella Records, el sello del neoyorquino Jay-Z.

Sin embargo, su relación se fue deteriorando. Mientras Kanye West era más de mocasines y polos de Ralph Laurent, Jay Z representaba más el tópico del rapero con Nike Air. En 2003, West tuvo que comprar las entradas para el concierto de fin de gira de Jay Z, cuyas canciones habían sido producidas por West en su mayoría. Ambos, dejando a un lado su rivalidad, siguen siendo referentes y renovadores del rap. A West, por ejemplo, pocos dudan en atribuirle la utilización revolucionaria del 'sample' o el ahora omnipresente autotune.

Su carrera en solitario ha estado marcada desde entonces por el éxito, pero no solo en la música. Su talento creativo y lo aprendido en la escuela de artes de Chicago le ha abierto asimismo las puertas de la moda (llegó a hacer prácticas en Fendi y es habitual en la primera fila de los desfiles). Entre sus amigos se cuentan Virgil Abloh, Jeremy Scott, Marc Jacobs o el ya fallecido Karl Lagerfeld. Pero el verdadero 'bum' llegó de la mano de la zapatillas de deporte. Ensayó una colaboración con Louis Vuitton, pero las 'Yeezy', para Adidas, fueron una locura mundial. Solo en 2019 Kanye amasó más de 150 millones de dólares con este modelo.

Mientras, parece firme el pilar que supone su mujer, Kim Kardashian. La estrella del 'reality show' 'Mantenerse al día con las Kardashians' vive en su mansión de Calabasas, junto a Los Ángeles. La pareja se casó en mayo de 2014 en una espectacular ceremonia que se celebró en una finca en Florencia (Italia). En aquel momento su hija North West estaba a punto de cumplir un año. Seis años después de aquella unión, el matrimonio cuenta con cuatro hijos.

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